M. Sánchez Vargas. Con el tiempo, cada quien toma su lugar o las circunstancias lo sitúan, el caso de los mariachis de Morelia, es el símbolo de los asentamientos que los intelige la necesidad. La decisión del H. Ayuntamiento, aunque al son del violín y la trompeta haya sido rechazado, en el interior del grueso grupo de esa alegría, bien que se recibe la medida municipal de que los mariachis operen día y noche, en Plaza Carrillo.
Consultados los vecinos de la plaza, sin ninguna sorpresa, se manifestaron a favor, pues ser esa tradicional plaza de Morelia, el sitio del mariachi y conjuntos y bandas, dará más vida a ese lugar. Además, donde todavía están exhibiéndose, tiene que jalar al cliente, en cambio en Plaza Carrillo, los que requieran de sus servicios, los gozarán con libre espacio o los contratarán para sus hogares u otros lugares.
Desde luego que se tendrán que acondicionar o construir lo apropiado para que tanto el trabajador, como el que alegre pida su canción, lo haga con toda la vigilancia y seguridad.
Sin que nos concedieran entrevista alguna, en los corrillos políticos de la comuna, dejaron entrever que primero se retirará el exhibicionismo, porque Plaza Carrillo tiene que tener el aspecto moral que se requiere para el desarrollo del ambiente familiar y permitir la creación del famoso Tenampa, con lo toral, para que el turismo se distraiga, como el transeúnte conoce tradicionalmente esta plaza que ha tenido sus tiempos y siempre ha concentrado multitudes.
Garibaldi se ha hecho famoso, ya hay en muchas partes como Ciudad de México, Guadalajara, San Luis y otros que crearon el lugar específico con nombre apropiado para esa goce y en su contorno, lugares de cómo en la capital del país se vende el vino de granada, en Jalisco el tequila, en San Luis, el pisto. Así aquí resurgirá el charanda.
