El Fiscal General Carlos Torres Piña insinuó la posibilidad de que existan más personas implicadas en el homicidio del alcalde Carlos Manzo, además de confirmar que Jorge Armando N, apodado El Licenciado, dirigía una organización criminal en Morelia.
Tras el anuncio a nivel nacional, Torres Piña comunicó en una entrevista que serán muy reservados con la información que obtengan de las indagaciones para asegurar el cumplimiento del debido proceso, aunque ratificó que hay otras personas implicadas.
“No se descarta ninguna hipótesis, continuamos con la investigación y hay seguimiento. Se ha identificado a más individuos involucrados”, afirmó el fiscal al finalizar el evento formal de firma de un convenio con la Escuela Nacional de Formación Inicial.
El individuo señalado, según la Fiscalía General del Estado (FGE), fue el responsable de la planificación del asesinato de Carlos Manzo, ocurrido el 1 de noviembre en el Centro Histórico de Uruapan. Tras lograr el objetivo de eliminar a Manzo, se trasladó a Morelia deliberadamente.
Similar a lo sucedido en Uruapan, en Morelia también lideraba una organización delictiva asociada al Cártel Jalisco Nueva Generación, con influencia en la parte norte del Centro Histórico, cerca de los límites con la colonia Obrera.
“Es una área que tiene bajo su control”, declaró Torres Piña cuando se le preguntó sobre las actividades de este presunto cabecilla criminal en la capital de Michoacán.
Jorge Armando N, conocido como El Lic o El Licenciado, aún permanece bajo la custodia de la Fiscalía General del Estado, que tiene un plazo de 48 horas desde su arresto para llevar al detenido ante la autoridad judicial; de no hacerlo, podría incurrir en irregularidades y perder la oportunidad de formalizar la vinculación a proceso.
De acuerdo con la rueda de prensa liderada por García Harfuch, El Licenciado ordenó a Ramiro N, responsable de la capacitación de nuevos reclutas, asesinar a Carlos Manzo. Para ello, se contrató a los jóvenes Víctor Manuel N, de 17 años, y Fernando Josué N, de 16.
Según las investigaciones, Ramiro seguía los movimientos de Manzo, observando la hora de su llegada, el momento de su asesinato y su subsiguiente fuga.
Víctor Manuel N fue el encargado de disparar, y falleció a manos de uno de los escoltas tras ser capturado. Sin embargo, las circunstancias de su aparente ejecución extrajudicial aún no han sido esclarecidas.
Posteriormente, Ramiro y el menor Fernando Josué abandonaron la plaza principal, manteniendo en todo momento informado a El Licenciado sobre el desarrollo de los acontecimientos, quien supuestamente dio la orden de disparar nuevamente a Carlos Manzo mientras este recibía atención médica.
Días después, intentaron ocultarse, pero el 9 de noviembre fueron secuestrados y posteriormente asesinados. Sus restos fueron encontrados en Capacuaro.
Mientras tanto, Jorge Armando N se ocultó en Morelia, donde también tenía control sobre una zona. Estuvo cambiando de tarjetas SIM para evitar ser localizado y aprovechó la alta afluencia del Centro Histórico para camuflarse, pero finalmente fue detenido, y su caso fue presentado por el propio Omar García Harfuch en una conferencia nacional junto al fiscal del estado, Carlos Torres Piña.
