Impulsar una agenda de igualdad referente a los liderazgos, asumiendo por luchar contra “una poderosa inercia que tiene su asidero en las tradiciones y costumbres arraigadas que dan papeles diferentes a las mujeres y los hombres en la sociedad”, sugirió Dulce María Sauri Riancho, durante su ponencia en el 2do Taller para la Formación de Líderes en Equidad de Género y No Violencia contra la Mujer, convocado por la Universidad Michoacana y el Consejo de Ciencia y Tecnología.
Abordando el tema del liderazgo y Poder, la ex presidenta del CEN del Partido Revolucionario Institucional (PRI), ex gobernadora de Yucatán, ex senadora de la República, ex diputada federal y consejera nacional del Consejo Político del tricolor, señaló que es necesario hacer una reflexión sobre el Poder y sus fuentes: “y tratar de asumir que las mujeres y los hombres somos agentes de cambio”.
Y que, en este punto, sustentó, “el Poder no es en sí malo, muchas de las mujeres tendemos a pensar que como es algo que no comprendemos, que no asumimos y que lo vemos grande e intimidante creemos que es algo que no debemos aspirar a ejercer”, pero simplemente se trata de que mujeres y hombres que tengan esa capacidad de conducir y liderear, lo asuman sea para cuestiones negativas o positivas.
Sauri Riancho, ante el rector Salvador Jara, el secretario de la Universidad Michoacana, Egberto Bedolla, la secretaria de la Mujer, Consuelo Muro, todo el gabinete nicolaita y alumnos y profesores de la institución, reconoció también que la corrupción no puede ser una forma de vida ni de convivencia: los escándalos políticos en que se ha visto envuelto el PRI a nivel nacional han afectado a este, pero mas que nada a la sociedad mexicana en su conjunto en la medida en que no se persigue ni sanciona los casos concretos.
Así lo refirió Sauri Riancho sobre el sonado caso del ex gobernador de Tabasco, Andrés Granier Melo, y de Humberto Moreira, ex gobernador de Coahuila, ambos miembros del Partido Revolucionario Institucional, que están en proceso judicial “y vamos a ver los resultados, pero para poder combatir de frente a la corrupción hay que hacerlo en forma decidida y generalizada”.
“En la medida que aceptamos la corrupción, en esa medida estamos fraguando consecuencias mucho mayores” para la sociedad en su conjunto, dijo.