Juegos de Poder

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Juegos de Poder

La “Cumbre Mundial de Indignados, Disidentes e Insurgentes”, se celebra en el teatro Ferrocarrilero de la Capital, 7-10 diciembre, Ciudad de México. Inaugurado por el ex jefe de gobierno, Marcelo Ebrard, reúne a los más destacados activistas, jóvenes, de los países árabes del Norte de África, Túnez, Libia, Siria, Egipto y Marruecos; activistas de Grecia, España, Chile de Estados Unidos y México, convocados por la Internacional Socialista y bajo los auspicios del gobierno capitalino.

Las Primaveras Árabes han triunfado, a diferencia de las revoluciones de colores del departamento de Estado, que han fracasado tanto en la toma del poder como en su propósito de cercar a China-Rusia. Las Primaveras de Egipto, Túnez y Marruecos, son dirigidas por los hermanos musulmanes, movimiento que se gesta al exterior del poder capitalista hegemónico, lo que las diferencia cualitativamente de los indignados de Europa: Grecia y España, producto de la crisis financiera interna del capitalismo.

Tanto Grecia como España, tenían el mismo nivel de desarrollo económico que los países del Norte de África, solo que fueron “desarrollados” artificialmente para que ingresaran en calidad de iguales a la Comunidad Europea; la crisis financiera, los des desarrollo, se desinflaron.

La toma del poder de los hermanos musulmanes en Egipto-Túnez, desplomaron el equilibrio en que se sustentaba el poder anglo-norteamericano-israelí; el reconocimiento por la ONU del Estado Palestino, ha llevado a remplazar a Israel por Turquía, que ahora es la mayor presión sobre Europa.

Los indignados de Chile como los de México, obedecen a la extrapolación sociopolítica de su población, una minoría opulenta de supermillonarios y una mayoría de miserables, depauperados. Horizontalmente, los indignados de México, Chile, Egipto, Túnez y Marruecos, se homologan por el saqueo de sus recursos naturales y por la crisis global financiera. El vínculo de identidad y su actuación política, es fortalecido por las tecnologías de la comunicación y las redes sociales globales. Es más, México tiene por su elevada extensión de pobreza, similitudes con los países más atrasados, mientras que sus indicadores macroeconómicos lo ubican entre las economías desarrolladas. De esta polarización emergen diferentes grupos de encabronados del campo y la ciudad.

Los “indignados” de Libia como los de Siria, son copias piratas. Obedecen a un proyecto geoestratégico, donde la intervención militar de la OTAN en Libia y en Siria, son útiles para justificar la más descarada agresión y ocupación militar.

No podemos pasar por alto el impacto de estos hechos en México. Ni mucho menos pasar por alto los acontecimientos que sobrevendrán a partir del segundo gobierno de Obama, donde los indignados jugarán un nuevo rol. Esta es la historia nueva que se esta escribiendo.

Organiza la cumbre, el poeta e historiador mexicano Enrique Márquez; considera la importancia que este evento se realice en México, históricamente tierra de asilo y de preparación los movimientos revolucionarios más importantes de América Latina.

La confirmación de la Cumbre Mundial, se dio hace unas semanas en Nueva York, en el marco de una reunión de la Internacional Socialista, donde el jefe de gobierno de la Ciudad de México, Marcelo Ebrard, en su calidad de vicepresidente de la Internacional Socialista, propuso celebrarla en la Ciudad de México.

Se inicia el encuentro de los indignados, disidentes e insurgentes, a una semana de llevarse a cabo el inicio de la “Primavera Árabe” del presidente Enrique Peña Nieto. A pesar de la trascendencia local-global que tendrá la Cumbre de los indignados, es ocultado por la indolencia del poder mediático y el rechazo meramente reactivo, a pesar de su valor tanto teórico académico como de praxis política.

La “Primavera” de Peña Nieto, alcanzó una gran difusión global, por el centenar de corresponsales internacionales atraídos por el programa de acción anunciado con antelación en tres escenarios en la Cámara de Diputados, en Avenida Juárez y en el Ángel de la Independencia. La comunicación de los acontecimientos del D/1, día primero de diciembre, es repercutida por Amnistía Internacional, que da a conocer la existencia de “presos políticos” como instrumento de presión para “liberar” la entrega de recursos estratégicos y de concesiones del Estado en infraestructura y telecomunicaciones.

Los movimientos de los indignados y las primaveras árabes, son fenómenos políticos –sociales globales de gran complejidad, que requieren ser conceptualizados, entendidos y asimilados, como los nuevos paradigmas que expresan, sin caer en la simplificación vulgar de la realidad.

La respuesta reactiva esta bien para discurso elemental de toma de posición, como lo hace Pablo Hiriart, director d la Razón, en su artículo, ¿DF, rehén como Oaxaca? Su propuesta nos conduce a un campo de batalla con una estrategia que anuncia la derrota en lugar del triunfo. “Si queremos que el Distrito Federal se convierta en una ciudad rehén de grupos violentos como es Oaxaca, no hagamos nada.”… “Olvidemos la violencia del sábado y que se mande el mensaje de que es posible jugar a la guerrilla en la capital del país sin consecuencias para los violentos.”

En la misma dirección de convertir en barricadas a la Capital, se ubica el ex dirigente panista, Manuel Espino Barrientos, “Protocolos para la Autoridad Armada”, 7/XII/ 2012, Impacto; “… bajo ningún motivo tendría que haberse permitido que los policías soportaran, pasivamente, que les arrojaran tubos y bombas molotov, cosa que los manifestantes hicieron durante varios minutos, sin que los uniformados opusieran resistencia… hay que agregar los diversos videos de personas insultando a policías, haciendo gala de influyentismo y prepotencia…”

Espino concluye sobre …el uso de la fuerza es una realidad ineludible en situaciones extremas, la única respuesta lógica y racional cuando ya se han agotado todas las opciones pacíficas …” su propuesta es “…. recabar propuestas de organismos defensores de los derechos humanos, juristas y autoridades para definir los protocolos de uso de la fuerza para cuerpos policiacos federales, estatales y municipales”. Propuestas como estas llevaron al derrocamiento en Egipto a Hosni Mubarack. Y en México, al gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, le mostraron los riesgos de generalizar el modelo Atenco.

La cumbre de los indignados permite desarrollar un modelo de desestabilización, con la experiencia de la insurgencia global. En términos teóricos y académicos es sumamente atractivo; con el ingrediente que el producto, un modelo desestabilizador, va más allá de lo meramente especulativo, cae en el terreno de lo real, se puede poner en práctica. Para los teóricos del golpe de estado, resulta una tentación enorme, como alternativa de gran viabilidad.

La “Primavera” de Peña Nieto como la “Cumbre de los Indignados”, son dos caras de la misma insurgencia global. La narrativa de los encuentros de la Cámara de Diputados y del paseo de la Reforma, es dialéctica de la Plaza Tahrir, el Movimiento 15-M de la Plaza del Sol, y los ocupantes de Wall Street contra la avaricia y la especulación financiera.

Por donde se le quiera ver, tanto los acontecimientos vividos en la Capital de la República, así como los hechos suscitados en otros escenarios del país, Guadalajara, Jalapa, Sonora y Coahuila, poco tienen que ver con sus antecedentes con los que se les quiere comparar, como son el célebre “halconazo”, ejemplo clásico del modelo de guerra fría. Entre uno y otra situación nos encontramos con un contexto geopolítico e histórico radicalmente diferente. Nada tienen que ver. Sirve como lo proponen para acusar y confrontar.

La cumbre de los indignados, se propone analizar las insurrecciones sociales y movimientos de protesta entre 2010 y 2012 en su aportación fundamental, la comunicación política mediante Inter net y redes sociales.

Participan Ramiro Guevara, hermano del Che, el iraní Mohsen Emadi, el egipcio Mohamed el Gohary, la periodista y bloguera marroquí Chama Darchoul, el tunecino Jérôme Benoit y los españoles Manuela Sánchez, Luis Ramón García-Hevia y César Ruano, así como miembros del movimiento #YoSoy132 mexicano, entre otros.

Los escritores mexicanos Jenaro Villamil, Paco Ignacio Taibo II y Fabrizio Mejía, junto con el productor Epigmenio Ibarra, hablarán en una mesa redonda de “El mundo indignado e insurrecto: de la toma al abandono de la calle”. Además de todos los participantes destacan los organizadores del sistema, como lo es Marcelo Ebrard, Manuel Camacho y “Papi”, el Berlusconi mexicano.

Las primaveras árabes y los movimientos de indignados, son producto de los adelantos tecnológicos. Si bien los propios dirigentes de la plaza Tahrir, en el Cairo, Egipto, rechazan ser producto de los instrumentos tecnológicos, reconocen como favorece la organización, instantánea, tanto para avanzar como para replegarse organizadamente y evadir la represión. Más allá de lo táctico, los instrumentos modernos de comunicación permiten integrar regiones como las que analizamos a partir de sus definiciones modernas.

A diferencia de las organizaciones del siglo XIXXX decimonónicas, subversivas clandestinas, los nuevos movimientos operan mediante la creación de blogs, la apertura de cuentas de correo electrónico y se “comunican” en tiempo real con Twitter con mensajes cifrados e imágenes estratégicas del enemigo. Cuentan con gran movilidad, flexibilidad, capacidad de repliegue y organización de una multiplicidad de grupos, pequeños; muchos analistas menosprecian la participación de los sindicatos y campesinos, su fuerza y experiencia.

Dotados de los instrumentos avanzados de la alta tecnología organizativa, reproducen en sus modelos comunicacionales, el espectáculo político y el performance como medios de gran penetración que le otorga un poderoso atractivo para atraer, reclutar y organizar a los dispersos. Así el arte de la rebelión, es un gran valor cultural que las élites promueven, difunden y fondean de recursos, no solo económicos sino de legitimidad como proyecto global.

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