MSV.- No solamente por lo que México conoció del primer frente de la Chayo que fue gobernadora del Distrito Federal en lugar de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y que de Carlos Ahumada Kurtz la tuvo de su segundo amor y hasta mancomunada pública porque al mismo tiempo las dos, ella y la de Arcelia, Guerrero que sigue siendo su esposa (la catedral), se veían y platicaban cuando por el centro penitenciario donde pagaba penas el argentino, llegaban a las visitas sexuales. Prófugo por el mundo, a lo mejor, el disputado en amores femeninos y amores monetarios masculinos porque en efectivo a políticos pagaba sus tantos que le tocaban aportar, por los contratos que sin puga alguna, le otorgaban en forma directa mediante un tanto por ciento.
Tales corrupciones se iniciaron en el gobierno de la primera gobernadora del Distrito Federal Rosario Robles y se asentó el estilo con López Obrador; la prueba está, que ahora mi partido, el Revolucionario Institucional, demanda investigación sobre importantes contratos de obras que el tabasqueño otorgó sin licitación de ley.
Todo lo anterior es para comprobar, no que Miguel de la Madrid tenía razón en que la “corrupción somos todos”, sino que vea nomás, que López Obrador resultó igual, ya que ahora se está investigándo para peor, porque la política es como la casa del jabonero, que el que no cae, resbala y ahí tiene usted, que ahora, su vestimenta de honesto, se le va a decolorar: el Peje es igual como todos los políticos: ratones.
Hasta ahora se había mostrado inmaculado, pero ya hay algo, como para que antes del fallo que está por conocerse, respecto al triunfo o derrota de Enrique Peña Nieto para la Presidencia de la República, Obrador no tenga cara con que seguir reclamando que el triunfo del candidato del tricolor, fue por la compra de votos y no porque la gente lo quiera de su Primer Magistrado de la Nación.
De ahí que se abre la invitación, a todos aquellos que simpatizan con el que tampoco va a hacer mucho, porque ni modo que venda al país o se la doble a los contribuyentes, pero que sí vamos a tener paz y tranquilidad, porque va a volver a los tiempos de De la Madrid hacia atrás, que gobernando los políticos, no los tecnócratas, el país no se iguale a territorios de adelantos y descubrimientos, pero sí se llegue al retrotraimiento de que es mejor pobre o medio feliz, que rico pero sangrante.
Peña Nieto no va ordenar a matar, ni a perseguir donde el negocio es el crimen o la droga, pero sí a nombrar promotores al permanente diálogo de que cada quien en sus tareas, cumpla con lo que a cada quien le corresponda.
