El gobierno del estado no ha terminado de pagar obras de 2010 a constructores afiliados a la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) y en los últimos tres ejercicios fiscales arrastra una deuda acumulada por el orden de 339 millones de pesos en diferentes rubros, que van desde falta de anticipos hasta la liquidación de obras ya terminadas. Lo más grave es que se ha desacelerado la dinámica del sector.
El presidente de la CMIC en Michoacán, Francisco Javier Gallo Palmer, expuso lo anterior y señaló que los recursos pendientes corresponden a 213 contratos de igual número de obras que no se han finiquitado a pesar de que muchas se encuentran completamente terminadas y otras están al 75 por ciento de avance, lo que está afectando a 98 empresas michoacanas del ramo.