MSV.- ¡Epale, épale!, de qué nos admiramos ver que en segundos, veamos rostros y energías que en política cambian de ubicación y hasta de destino, por el sólo hecho de que los actores de los tiempos en constituciones de gobiernos, cambien rostros, compromisos y se admire uno mismo de las lealtades y de traiciones, que los que ayer daban la vida por Fausto, luego lo detestaron no por beneficio siquiera, sino por una cultura que no podemos negar, nos hemos ascendrado, que no obstante sea nuestro pariente, amigo o familiar, pero si otro es el que triunfa, surge el dicho de muerto el rey, que viva el rey…
Aunque esta lid es muy incierta, pero solamente cuando no se sabe la consistencia de su base, es la observancia de esos caracteres que saben jugar con las imaginaciones de los que creen que los principios de los gobiernos, son lo mismo con los finales, cuando lo real es que al entrar a gobernar, sobran amigos, pero faltan los leales y los finales, que son cuando se prueban a éstos, es cuando sobran enemigos y ya, en preparación de que la vida sigue corriendo, si no todos, pero la mayoría, están como las ratas que huyen cuando empiezan a sentir que se hunde el barco y el capitán no tiene donde darles albergue.
Que ahora ya las noticias –aunque al que las lea o las mire u oiga no califique-, no les importa de sus actores, ellos siguen más el mitote de lo que les hacen los informadores, que lo que pueda ayudar a su entidad y su desarrollo social. Es como ese fijón que dicen, que no perjudicándome en directo a mí, entonces que siga la bola.
Lo importante es que tenemos hombres que tienen capacidades para ser competentes actores de que los pongan donde los pongan, regresen o el sistema los mande a cumplir cualquier clase de tareas, lo hagan bien. Tal fogueo es parte de lo institucional gubernativo e institucional político de partido y nadie quien es así, pueda o niegue ser o haber salido de mi partido, el Revolucionario Institucional y no se le reconozca que no tiene una carrera institucional de partido con experiencia, que es estar dentro del servicio político, desde cualquier trinchera. Por eso es que lo que hasta ahora se ha comprobado que a pesar de tener oportunidades de gobernar y no lo hicieron bien, son los famosos azules que no tuvieron esa escuela, como antes se decía en el país, si no proceden del ICAP, hay que desconfiar de ellos.
Si asusta que hoy la noticia sea el accidente deportivo del hijo de Vallejo Figueroa, donde afortunadamente sólo sacó raspaduras, es que somos pueblo globero, que nos gusta el arguende, pero del que como están las cosas, es el que va a tener de nuevo el poder.