Los Problemas de Morena

0
137 visto

Con esto de que se aceleran los tiempos para posicionar candidatos, todo mundo quiere ser parte del paquete, ya que recuerden, la mayoría buscan solamente el huesito y si es de a gratis pues mejor. Cuando un político se la juega, busca la manera de no poner dinero de su bolsa, bien decía un candidato millonario: «El chiste es no ponerle». Por eso cuando te designan de a dedazo y te asignan presupuesto para que juegues, suena muy interesante, pero cuando vas pluri, vas al a segura y no te preocupa lo que pasa, por eso en Morena todos se están formando para al menos participar y si no les toca las sillas grandes al menos que les toque algo.
Pero el gran problema, es que en este partido que es tan joven, no hay orden, ni forma, por lo mismo todos necesitan quedar bien primero con el pejedente, luego con las cabezas del gabinete que le pueden hablar al oído al viejito y recomendarlos y luego con los amigos, para que al menos su nombre suene.
La formas y procesos de Morena son igualitas al PRI de los 70’s donde todo era dedazo, donde todo se armaba para satisfacer a el mero-mero, donde todo son intereses y deben alinearse con las preferencias del supuesto Dios. Morena no tiene idea como ser democrático, ni sabe como elegir de manera justa, ni mucho menos sabe competir, porque cuando gana humilla y cunado pierde se enoja, un cuento de nunca acabar.
Raúl, Cristóbal, Selene, Ana Lilia, Blanca, Juan, Yolanda, Fabiola, Víctor, entre otros andan que no los calienta ni sol, andan buscando la manera de «aparecer», andan lamiendo botas y sobre todo andan acomodando las piezas para que su juego sea el ganador. El grave problema es que por mucho que hagan, la decisión la tiene una sola persona y de seguro ya está evaluando sobre su proceder y su actuar. El famoso «dedazo» regresará de una forma contundente.
Ahora, por la forma como siempre se ha manejado la izquierda de este país y como se maneja en muchas partes del mundo, las traiciones, las deslealtades y los trancazos vienen de lleno, porque bien dice el dicho: «Primer mi dientes y luego los parientes». En este partido, nadie es amigo de nadie, nadie pertenece a tal o cual, todo se maneja en lo oscurito y de forma misteriosa.
Ahora lo único que queda es ir arriba, para que al menos eso pese en la mente del que toma la decisión, y de esos solamente hay unos cuantos que no llega ni a mano llena.

Dejar respuesta