Ola de calor se extiende y ya azota Centroamérica

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México ha vivido desde junio uno de los veranos más calurosos de su historia. Diversos estados registraron altas temperaturas durante las primeras semanas que, felizmente, no han aumentado. Esta ola de calor ha generado, como los últimos años, problemas de salud que afectan, principalmente, a la piel.

Pero el verano también ha llegado con fuerza a otras partes del mundo como, por ejemplo, Centroamérica. Las autoridades prevén que esta región afrontará 93 días de temperaturas elevadas, acompañadas de disminución de lluvias y a su vez, un incremento de la sensación de calor.

Pero no es el único problema. La situación se agrava por la llegada del polvo del Sahara, una masa de aire muy seca y cargada de partículas que se forma en el desierto africano y llega a Norteamérica en los meses de verano y en los inicios de otoño. Las autoridades de dichos países estiman que las temperaturas serán mucho más elevadas respecto al 2018. La recomendación es mantenerse hidratado y no exponerse directamente al sol, sobre todo entre las 11:00 y las 16:00 horas.

De acuerdo con los meteorólogos, las temperaturas alcanzarán los 35 grados Celsius durante la estación más larga del año, la cual se caracteriza por vientos cálidos. El clima se verá afectado por el polvo proveniente del desierto del Sahara, así como por lo vientos alisios y ondas tropicales. Estos fenómenos climatológicos afectarán, principalmente, a Centroamérica y a El Caribe.

Además del calor, otra consecuencia son las bacterias aisladas del polvo que están presentes en el aire. Estos agentes patológicos son transmisores de infecciones en plantas, animales y personas. Por ello, se recomienda el uso de mascarillas en personas con enfermedades respiratorias.

Cómo contrarrestar el calor

Para combatir el calor, las autoridades del sector Salud recomiendan adoptar medidas de prevención. En primer lugar, debemos evitar salir a la calle durante las horas donde el calor es más intenso. No obstante, no olvidemos que nuestro hogar debe ser un lugar donde descansar, es decir, estar fresco y libre de calor. Caso contrario, la sensación de sofocación será la misma que al salir a la calle.

En primer lugar, debemos cerrar ventanas y persianas para bloquear la entrada de rayos solares. Además, usar cortinas de colores claros es de suma importancia ya que, los más oscuros concentran la luz solar. No obstante, debido a las altas temperaturas el uso de aparatos eléctricos será más que necesario.

En este apartado contamos con tres opciones: los ventiladores de techo, el aire acondicionado o los ventiladores clásicos.

Los ventiladores de techo modifican la sensación térmica de un espacio, ya que al remover el aire caliente ventila el lugar sin convertirlo en un congelador. Asimismo, su consumo eléctrico y precio es sumamente económico. Por otro lado, el aire acondicionado en un sistema más completo, claro está su precio es mucho más elevado. En caso el espacio que se busca ventilar es bastante reducido, los ventiladores clásicos son una gran opción.

En cuanto a la alimentación, se recomienda consumir frutas, vegetales y beber mucha agua, incluso cuando no se tiene sed. Es indispensable que el cuerpo se encuentre siempre hidratado. Por otro lado, hay que evitar las comidas abundantes, muy condimentadas o calientes, así como el consumo de bebidas alcohólicas, muy azucaradas o cafeinadas. Junto a los alimentos salados y aquellos con mucha grasa, estas deshidratan más rápido al cuerpo y aumentan la sensación de sed.

Los alimentos como frutas y verduras frescas ayudan a mantener la piel bien hidratada y nutrida. Tampoco debemos realizar ejercicio demasiado extenuante, pues podríamos sufrir alguna descompensación. También se aconseja usar ropas ligeras y de colores claros. No está de más recordar que el protector solar es indispensable.

Las recomendaciones resultan útiles, pues muchas personas olvidan que cada vez los golpes de calor son más frecuentes en verano. Pasar mucho tiempo expuesto al sol provoca mareos, náuseas y hasta desmayos. Si tenemos alguno de estos síntomas debemos acudir al médico lo antes posible, pues podríamos ser víctima de alguna enfermedad relacionada con el aumento de temperaturas.

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