Apenas el viernes pasado el presidente de la comisión de salud el curulero estatal y casi federal, un tal Salomón, dejaba entrever la posibilidad de sentar en el banquillo de las explicaciones al titulas de la secretaría de salubridad, porque no ven claro la aplicación del presupuesto que casi suma 7 mil millones de pesos y no lo aplicaron resulta que la culpa la tiene la gente y que los contagios de dengue, la quebaradora y como se llama ahora, en toda la región de Tierra Caliente, ya tienen muchos años sin ser novedad, pero ahora empieza a acaparar los titulares una extraña palabra de origen africano.
Se trata de la chikungunya, vocablo que significa “persona encorvada” (hay wey ese soy yo) Bueno pues a pesar de la situación que se vive en la extensa franja michoacana del municipio de Huetamo que abarca Riva Palacio, San Lucas, Huetamo, Arroyo Seco, Capeo, Santa Rita, Santiago Conguripo y San Jerónimo, a la población en general no le “ha caído el 20” de que el problema es serio.
La ciudadanía no contribuye en las campañas de vectores y, por el contrario, muestran una marcada apatía. Por su parte, Mario Valdespino Alanís, supervisor médico de la Región 03 del IMSS Prospera, quien visitó Huetamo a finales de julio para una evaluación interregional a este problema de salud, se mostró reacio a que la prensa estuviera presente en la reunión, pero después reconoció que en Huetamo hay 170 casos sospechosos, por lo que la zona seguiría bajo permanente alerta sanitaria. En la misma reunión de evaluación se entrevistó a Filemón Juanchi Quiñonez, jefe de la Jurisdicción Sanitaria 01 de Guerrero, quien reconoció que el problema sobre la chikungunya también estaba.
