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* El delantero se dijo feliz por volver a Chiapas, donde jugó en 2009.
* Javier Aquino aceptó que ante Honduras el prestigio está en riesgo.
Después del tormentoso Hexagonal pero el rescatable Mundial en Brasil, la Selección Mexicana quiere aprovechar el reencuentro con un rival de la zona para demostrar que sigue siendo el grande.
Así lo manifestó el delantero Oribe Peralta previo al amistoso de este jueves contra Honduras, contra quien consideró que ya existe una rivalidad especial.
“Es diferente, son los rivales que enfrentas en las eliminatorias, el rival directo de la zona. Entonces tenemos que ganar y demostrar que México sigue siendo el grande”, expresó.
“Siempre es importante ganar contra Honduras, el anotar y mostrarle a la afición que México está renovado”.
El atacante dijo que también es especial volver a esta plaza, donde jugó en 2009 y a la cual el Tri no volvía desde el 2008, cuando disputó un juego de eliminatoria hacia Sudáfrica 2010.
También mencionó que aun cuando el “Piojo” Herrera buscará que los titulares se acostumbren a ello, los jugadores deben mantener la ambición.
“Aunque Miguel diga que va a respetar las jerarquías, siempre debes de defender tu trabajo dentro de la cancha”, agregó.
Por su parte, Javier Aquino aceptó que contra Honduras el amistoso no parecerá tanto y que por lo mismo será importante que no haya lesionados.
“Es un partido que tiene bastante riesgo, contra Honduras ellos lo toman con mucha seriedad”, recordó.
Sin embargo, consideró que de cualquier modo no se podrá comparar este encuentro con los anteriores de Hexagonal.
“Lo del pasado lo olvidamos y ya está, ahora nos enfocamos en lo que viene en el presente, ver cómo están preparándose y ver cómo estamos nosotros también”, añadió.
