La Iglesia Católica está de fiesta.
Y la Argentina también.
Sucede que el nuevo Papa es argentino: Jorge Bergoglio sucederá a Benedicto XVI.
El nombre elegido por el Pontífice, el primero latinoamericano, es Francisco I.
Los argentinos quedaron mudos al escuchar tras el “Habemus Papam” que el elegido era el arzobispo de Buenos Aires.
El cardenal Jorge Bergoglio, de 76 años, asumió desde este miércoles su papado y rezó la bendición “Urbi et Orbi” desde el balcón que da a la plaza del Vaticano.
El nombre elegido por el Papa parece recordar a Francisco de Asis, conocido por su austeridad, algo que la Iglesia necesita en medio de los escándalos por las finanzas vaticanas, conocidas tras el “Vatileaks”.
Francisco I se presentó a los fieles pidiéndoles que recen a Dios para que lo bendiga en su nuevo camino, que debe ser de amor y hermandad.
[nb]Ni la lluvia ni el frío disipó a los fieles[nb]Miles de fieles celebraban la elección del nuevo Papa, tras haber sido testigos de las tres anteriores fumatas negras.
Con las primeras señales de humo cerca del mediodía de Roma, se escucharon expresiones de júbilo entre los congregados, que se transformaron en suspiros cuando quedó claro por la humareda siguiente que se trataba sin duda de una fumata negra.
Pero a las 19:10 (15:10 en Argentina), cuando la chimenea de la Capilla Sixtina comenzó a emitir un humo grisáceo claro, los gritos de alegría se empezaron a sentir en la Plaza San Pedro.
Y a medida que la fumata se iba tornando más blanca los festejos se fueron intensificando.
Las campanas del Vaticano no tardaron en sumarse a la celebración, haciendo oír su repique que se fue mezclando con las voces y sonrisas de la gente que aguardaba desde el martes en la histórica plaza, soportando el frío y la lluvia.
La decisión de los cardenales fue más rápida de lo que se esperaba, ya que sólo llevó cuatro votaciones llegar a un acuerdo.
El portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi, dijo que había más gente en la plaza San Pedro de lo que esperaba.
Y las cifras aumentaron rápidamente el miércoles, cuando los romanos y viajeros del mundo acudieron a la célebre plaza para escuchar el primer mensaje del nuevo Papa.
Qué espera la gente del nuevo papado[nb]Los que esperaban el humo tenían sólidas opiniones sobre quién debería liderar una Iglesia que se ha visto dañada por escándalos sexuales y denuncias de corrupción, además de disputas internas en su administración.
“Es importante tener un Papa que se interese por la juventud, y que trabaje más con las parroquias”, sostuvo Kristian Brink, un danés de 21 años que faltó a clase en la Universidad de La Sapienza en Roma para presenciar el histórico evento.
“Un Papa de otro continente sería bueno, no siempre de Europa”, agregó Brink, que llevaba una bandera danesa roja y blanca sobre sus hombros.
“Apoyo al filipino”, indicó refiriéndose al cardenal Luis Tagle.
“También es joven”, añadió Brink.
Patricia Seidenberger, una jubilada estadounidense de 61 años de Bethlehem, en el estado de Pennsylvania, dijo que esperaba que los cardenales eligieran a un reformista: “Viniendo de Estados Unidos, creo que somos un poco más liberales”, explicó.
“El nuevo Papa tiene que considerar todos los puntos de vista y tener un poco más de comprensión sobre los problemas del mundo”, agregó Seidenberger.
La mujer que los cardenales deberán estar preparados para buscar más lejos: “Tiene que venir de una de las regiones en las que el número de católicos crece rápido”.
“Una persona de una zona como esa podría traer un punto de vista diferente sobre lo que está ocurriendo en el mundo”, dijo Seidenberger.
El encargado de anunciar el nombre del nuevo Papa[nb] El cardenal francés Jean-Louis Tauran será el encargado de pronunciar en el balcón central de la Basílica de San Pedro la famosa frase: “Habemus Papam” y a continuación el nombre del cardenal elegido.
Es así que el mundo entero está pendiente de este francés nacido en Burdeos en abril de 1943 cuando aparezca en la logia de la Basílica.
Tauran tiene este privilegio por ser el cardenal protodiácono, una distinción que le otorgó Benedicto XVI en febrero de 2011.
A sus 70 años, tiene dos pasiones: la labor diplomática y el diálogo entre las religiones.
De hecho, fue presidente de la Congregación para el Diálogo Interreligioso, además de responsable de la Santa Sede para las Relaciones con los Estados.
Entró en el servicio diplomático de la Santa Sede en 1975.
Es políglota (habla más de ocho idiomas), pero la famosa frase que anunciará al mundo que hay un nuevo Papa la dirá en latín.
“Annuntio vobis gaudium magnum: habemus papam! eminentissimum ac reverendissimum Dominum, Dominum Sanctae Romanae Ecclesiae Cardinalem.
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, Qui sibi Nnomen impossuit.
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”.
(“Les anuncio con gran felicidad que ya tenemos Papa.
Es el gran eminente y gran reverendo (el nombre del cardenal elegido) cardenal de la Santa Iglesia Romana que recibe el nombre de (el nombre del nuevo Papa)”).
[nb]Las redes sociales, nuevas protagonistas[nb] Una curiosidad de esta elección papal es que las redes sociales tuvieron un protagonismo nunca antes visto.
De hecho, el Habemus Papam fue tuiteado rápidamente en la cuenta oficial del vaticano.
Asimismo, en Twitter se había ido siguiendo de cerca lo que sucedía con las anteriores fumatas.
Sin ir más lejos, pocos minutos antes de dar a conocer al mundo la esperada noticia, en la cuenta de la red social se leía: “Esperando la 3ra fumata del #Cónclave – waiting for The 3rd one, it is very rainy at St. Peter’s #Conclave”.
Pero más allá de la cuenta oficial, Twitter fue termómetro también del júbilo que generó la elección.
Y es que a minutos de verse la “fumata blanca”, los temas relativos al Vaticano y al sucesor de San Pedro se convirtieron en trending topics globales: Así, como era de esperarse #Habemus Papam se convirtió en el tema más hablado de Twitter, seguido por humo blanco (#whitesmoke) y otros como Juan Pablo III (esperando de algún modo que el sucesor de Benedicto XVI tome la posta dejada por Juan Pablo II), entre otros.