Ya ves comadre cómo atando cabos, todo se sabe, pues del presidente municipal de Iguala, ya hasta los “padiernas” tenían evidencias de que José Luis Abarca, era todo un asesino para acallar a los que no se sometían a sus líneas de gobernar, pues un líder de la Unidad Popular de Iguala, fue asesinado de un escopetazo por ese perredista, que disque ahora, se dejaba guiar por López Obrador, quien fue el que influyó para hacerlo presidente de esa ciudad guerrerense, la segunda en importancia después de Acapulco en Guerrero, aunque muchos ponen primero a Taxco o Zihuatanejo.
Corriendo eso que estaba oculto, ahora la Procuraduría pide declarar a Bejarano, el esposo de la Padierna, que declare, lo que inmediatamente a ello dijo el que le recibía la lana a Carlos Ahumada, que no solamente asistiría, sino que presentaría a los testigos de los hechos.
Entonces comadre, el que le echa la culpa al desastre de los 43 normalistas, tiene razón en que proviene del crimen organizado y de esa forma, el gobernador Angel Aguirre, se salve y pueda terminar su período gubernamental y desde luego se le renove la confianza al gobierno Federal.
Pero y los normalistas entonces, comadre, tu crees que se aplaquen.
No, ellos seguirán tomando de pretexto para declarar al gobierno ser causante de un peor tlaltelolalcazo, aún cuando los padres de los estudiantes normalistas, aceptaran una indemnización, porque ya se rumora que muchos de ellos, como saben que ya no van a volver a ver ni los huesitos de sus hijos, les sirve mucho el dinero que les den, ya que son gente pobre, que aceptaron que sus hijos estudiaran en Ayotzinapa pese a saber que esa normal es históricamente conflictiva, po’s así como se dice del dos de octubre no se olvida, también no se deja de recordar que ahí se hizo Genaro Vázquez, Lucio Cabañas y a otros que en ciernes que dan como desaparecidos también…
