Difícil todavía que el tránsito ferroviario extranjero se normalice, pues casi cumple ya cinco días sin que la enorme cantidad de tecnología que tienen sus dueños americanos, podrán desocupar la gran distancia del derrumbe, del cual se dio a conocer anticipadamente, también, porque deben tener avanzados detectores, que les hicieron parar a tiempo sus unidades ferroviarias y empezar a utilizar medios terrestres para no atrasar tanta mercancía que ahora por ese medio de transporte se hace llegar a la república y en su mayor cantidad a los Estados Unidos por todas sus fronteras, principalmente a las que distan de Los Angeles California, que es caro y no alcanza a cumplir con la mercancía que mandan a ese país, desde el Oriente.
Esas cantidades de mercancía antes de que se creara el Puerto de Lázaro Cárdenas que junto con Los Angeles California, son los dos únicos que tiene el Pacífico para recibir barcos de miles y miles de toneladas que debido a la profundidad de sus costas, son la únicas por sus profundos calados.
Recibir barcos de millones y millones de carga, tal como los que en Manzanillo fueron detenidos, que llevaban piedra ferra de las costas michoacanas, que pasaban de las ochocienta mil toneladas, cuando los barquitos que salen o arriban a otros puertos no pasan de veinte y cinco mil toneladas.
