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* El defensa del Puebla espera no descender por segundo año al hilo.
Si pelear por la permanencia es difícil, hacerlo en temporadas consecutivas duplica el sufrimiento.
Su paso por Atlante le significó un descenso apenas el año pasado y hoy en Puebla, Mauricio Romero pelea por no repetir la historia. El defensa que cargó con gran peso de la enésima derrota Camotera el sábado anterior aclaró que no por ello pierde el optimismo, sobre todo cuando Leones Negros igual lleva inercia para definir el descenso en el último minuto del torneo.
“Lo que me pasó en Atlante me sirve como experiencia”, expresó. “Uno lo sufre, no lo voy a negar, porque uno quiere pelear cosas importantes y te encuentras con situaciones diferentes pero uno tiene que ser lo más profesional posible”.
El argentino al menos se salvó de jugar en la División de Ascenso y la debacle con Atlante fue sólo un trago amargo momentáneo.
Desembarcado en México desde el 2007, jugó en Morelia la mayor parte de su estancia en el país, sólo con un paréntesis en el Colón de Santa Fe antes de volver para los Potros.
“Si volviera el tiempo atrás lo afrontaría de la misma manera y tomaría la misma decisión. Yo tomé la decisión de venir al Puebla sabiendo que tenía problemas en la porcentual”, explicó.
“Cuando llego a una institución como Puebla o Atlante sueño con pelear un torneo, no sueño con pelear un descenso, sueño con salir rápido de ahí abajo y ha sido difícil. Ojalá se pueda cumplir el sueño de salvarnos”.
El defensa dice que no por la experiencia azulgrana vive con más serenidad esta etapa con el Puebla, pues recuerda que en juego está lo mismo.
“No solamente es la permanencia de una institución. Está nuestro prestigio, hay una familia detrás nuestro, hay una afición, hay una historia”, señaló.
Aunque Leones Negros es último en la Tabla porcentual, el próximo fin de semana los tapatíos son los únicos que podrán salvarse, pues un triunfo suyo combinado con una derrota del Puebla significará el descenso para este último. En cambio, si el Puebla gana y la UdeG no, los de la Franja todavía no tendrán garantizada la salvación.
