Este fin de semana termino el periodo que rigió a la LXXIII Legislatura y termino sin pena ni gloria, una legislatura llena aburrimiento y llena de compromisos. Nada interesante se discutió en este periodo, todo fue de nivel bajo, pero lo interesante sería calificar a esta legislatura, por eso bajo mi propia perspectiva les voy a describir para su servidor quienes fueron los mejores y peores diputados de esta legislatura que termino este fin de semana.
No cabe duda que dos de los personajes que palidecieron en esta legislatura, por su manera de negociar, de manejar los dineros y de acomodar negociaciones, fueron Ernesto Núñez y Adriana Hernández, ambos repetirán, en esta siguiente, pero su actuar en la pasada legislatura deja mucho que desear. Ernesto seguirá siendo coordinador del verde, que va a tender a bajar sus cuotas y su presencia política y con su padrino en la lona será difícil que logre mucho en el futuro, por eso desde ahorita tendrá que cuidar los moches y el poder político que fausto le confirió.
Adriana Hernández ni pichó, ni dejó batear, diría el dicho, solamente se apodero en el poder priístas y no ayudo, no resolvió y tampoco dejó que otros ayudaran. Desde que Manlio se cayó su poder cayó con el, pero los reynístas la siguieron apoyando. Lo único que le quedó es aguantar la silla del poder. Ambos no se merecen ninguna calificación.
No hubo estrellas y hubo algunos que con dificultad se subieron al estrado, lo más notable fue el maiceo que recibieron de parte del Independiente y que cuando se complicaron las cosas terminando rajándose.
Los buenos, ninguno, notables tampoco, pero si quiero mencionara Héctor Gómez y Carlos Quintana que supieron aguantar los embates de los partidos en ese caso mayoritarios que no los dejaron tomar la presidencia de la Junta de Coordinación Política que es la que maneja el poder y dinero en cada legislatura.
Todo queda n la historia y habrá nuevos diputados, la mayoría totalmente desconocidos y sin experiencia, que servirán para propósitos Morenescos solamente.