Bueno, no se debe, pero debería y solamente para demostrarle a un señorito que no es el dueño del país y puede hacer lo quiera con el, como lo está intentando. Aplaudo la iniciativa de todos estos gobernadores que le pusieron un alto a un presidentito que dice que gobernar no tiene ciencia y que cree que puede violar la ley y romper el estado de derecho como lo ha estado haciendo, que cree que puede disponer de recursos a diestra y siniestra y que sus pensamientos salvaran al mundo como una vez creyeron muchos ineptos que quebraron o llevaron a la guerra a muchos de sus países y territorios.
Esta sacudida de que romper el pacto federal, es una muestra de que esto de equipos o ideales de un sólo bando no existen, en un país democrático no eres de un equipo o del otro, eres de uno sólo, eres de México y luchas por México, no luchas por la izquierda o la derecha, lucha por un México mejor.
Si de por sí, el presupuesto que tiene nuestro Estado, no alcanza para nada, porque primero tenemos burócratas ladrones y segundo porque debemos hasta los calzones, pues ahora los ideas de un personaje que dicta lealtad, pero no la tiene con el pueblo como el supuestamente dice y pregona, por lot tanto reduciendo estas participaciones menos sacaremos al buey de la barranca y menos tendremos inversiones privada de magnitud, porque nadie nos creerá, por lo tanto seguiremos siendo una entidad pobre, sin educación y sin forma de salir adelante.
El señorito que gobierna algunos y representa a otros, necesita una sacudida en serio, necesita ver que sus sueños guajiros son una pendejada y que si necesita alianzas, pactos e incluso corrupción para salir a delante, porque su servidor preferiría tener mucha corrupción, pero lleno de trabajo, porque así tendría dinero y teniendo dinero saldría de pobre, y podría ayudar a otros a que tengan algo más, que coman mejor y vivan mejor, no así todo austero, supuestamente sin corrupción, sin trabajo, sin apoyo y sin futuro.
A México se lo está llevando la chingada y nadie lo ve, por eso celebro que alguien le ponga un «hasta ahí» y le demuestre que este no es venezuela, cuba o corea de norte, donde puede hacer lo que quiera.
