Morelia, Michoacán.- Un grupo de investigadores de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, estudia la aplicación de métodos alternativos para combatir la mastitis bovina, considerado el principal problema de la ganadería lechería.
La mastitis bovina es una enfermedad infecto-contagiosa de la glándula mamaria de la vaca, en la que la inflamación se produce como respuesta a la invasión, a través del canal del pezón, de diferentes tipos de bacterias, como Staphylococcus aureus.
Tras realizar varios estudios sobre los efectos a nivel celular de ácidos grasos y la vitamina D con el fin de buscar alternativas para tratar esta enfermedad y encontrar resultados favorables, los científicos de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia están iniciando estudios sobre las propiedades de algunos compuestos de la semilla del aguacate para combatir y prevenir esta afección.
Hasta el momento, los investigadores nicolaitas, liderados por el doctor en Biotecnología, Joel Edmundo López Meza, han encontrado que los ácidos grasos, en específico el acético –principal compuesto del vinagre- y el butírico –causante del olor peculiar de la mantequilla-, así como la vitamina D, tienen propiedades inmunomoduladoras -que ayudan a que las células puedan defenderse mejor-.
Sin embargo, no han descubierto con precisión el mecanismo mediante el cual dichas sustancias logran intervenir en los procesos de autorregulación del sistema de defensa del animal.
“Hemos visto que las células tratadas con estas moléculas no permiten que la bacteria se internalice, es decir, la bacteria ya no puede invadir la célula y esto nos habla de que la célula está montando un mecanismo de defensa mucho más eficiente y elimina a la bacteria de manera más fácil. Nos falta determinar el mecanismo mediante el cual lo hace, ya sea que estén evitando que Staphylococcus entre a la célula, o la eliminan de mejor forma cuando está adentro”, explica el profesor de la Máxima Casa de Estudios de Michoacán.
Mientras que los efectos de la semilla del aguacate –comúnmente conocido como el «hueso» y considerado como material de desecho- apenas comenzaron a estudiarse. Anteriormente, se había demostrado que la semilla de este fruto tiene compuestos con propiedades antiinflamatorias, pero no se había investigado sobre el impacto que podrían tener algunas de sus propiedades de la enfermedad infecciosa como la mastitis bovina.
“De acuerdo a literatura previa y a lo que hemos visto en el laboratorio, la expectativa es positiva. Creemos que hay una alta probabilidad de que estos compuestos puedan mejorar esta respuesta en la células mamarias de las vacas”.
A finales de este año, los investigadores ya estarán en condiciones de tener una visión preliminar de estas hipótesis, y, una vez comprobado que dichos métodos alternativos para tratar y prevenir la mastitis bovina funcionan, se podrá pensar en patentarlos y llevarlos a la práctica.
Los resultados serían de gran impacto no solo para la comunidad científica, sino también para los productores ganaderos bovinos y la industria láctea, ya que serían métodos mucho más económicos para combatir esta enfermedad.