La reciente legislación ampara a quienes no generaron ingresos, pero mantuvieron el hogar en situaciones de separación, divorcio o fallecimiento.
Aquellas personas que han dedicado su tiempo al hogar y al cuidado familiar sin recibir remuneración podrán acceder a una compensación económica en el evento de un divorcio o el fallecimiento de su cónyuge, conforme a una nueva reforma aprobada por el Congreso de Michoacán.
Esta disposición fue aprobada por la 76 Legislatura en una sesión extraordinaria y representa un cambio en el Código Familiar y en el Código Civil del estado. Gracias a esta reforma, hombres y mujeres tendrán la capacidad de acceder a esta ayuda en igualdad de condiciones, siempre que se evidencie que asumieron predominantemente las responsabilidades del hogar y que no pudieron desempeñarse en un trabajo remunerado como su pareja.
En situaciones de divorcio, la persona que haya llevado a cabo una doble jornada—es decir, que haya realizado tanto un trabajo remunerado como labores del hogar o cuidado infantil—tendrá la posibilidad de solicitar una indemnización correspondiente al valor de los bienes acumulados durante la unión matrimonial.
Asimismo, si una persona fallece y deja descendencia, su pareja sobreviviente podrá recibir hasta el 50% del valor de la herencia como compensación, siempre que haya estado mayoritariamente dedicada al hogar y no haya construido un patrimonio propio comparable al del fallecido.
¿Qué sucede con aquellos que han convivido en unión libre?
La reforma también reconoce los derechos hereditarios de las parejas en unión libre. Si un individuo fallece sin dejar testamento, su pareja tendrá derecho a heredar en las mismas condiciones que si hubiesen estado casados.
Los legisladores enfatizaron que esta reforma tiene como objetivo erradicar los estereotipos de género que históricamente han ocultado las labores del hogar y el cuidado familiar. Además, subrayaron que cada familia es única y que estas nuevas normativas buscan ajustarse a las realidades contemporáneas, reconociendo la participación equitativa en el entorno familiar.
