* Promueve que demos vuelta a la página del cus, cus.
Fue un gentillal el que se amotinó en el centro histórico de la capirucha; no cabía ni un alfiler entre uno y otro cristiano así que vaya uste a saber cómo le hicieron para echarse el bailongo; hay que preguntarle al Presidente Wifrido y a su esposa Maggy Oribio que le entraron sabroso al meneito pà alla al meneito pa acá o como dice los ruquitos el weli coorio al burro pa que no se nos antoje viaje, por asquello de que el miedo no anda en burro.
Se trató el concierto de Los Ángeles Azules con el que el jefe de la comuna Don Wilfrido Lázaro, festejó a las mamás morelianas y el gran salón de la fiesta fue el Centro Histórico que casi resulta insuficiente para albergar a las y los morelianos.
Que autodefensas ni que la chinaca los morelianos nesitamos el desestres y el Wili no lo escamotea a los habitantes de la tierra e los ates y los guayabates, demostraron de qué estámos hechos; cual inseguridad o cual temor o cuales comunitarios, baile y más baile, ¡si señor!, pero además, saldo blanco; si te pisotearon y te las agarraron en la bailada, son los riesgos de estar buena, en la si te aventaron, pos ya que; si te bajaron de los arboles porque asomabas la carita entre las ramas, pos obedeciste y ya, pero de que estuvo chido, estuvo bien chido.
Nos enteramos de que el preciso municipal, tenía reservado un balcón de un hotel que está ahí en los portales ¡y que no lo acepta! claro está, que porque creció en la colonia, no en fraccionamiento privado aunque de eso no tengan la culpa los jijos de los catrines, Wulu es hijo de la, como dijo colosio, de la cultira del esfuerzo y el trabajo…¿Me veo lambiscon? Sepa la china hilaria el chiste es que no olvide dionde viene y no se trepe al tabique.
Y espérense al mero día del cumple de Morelia, como también le rasca las tripas a un artefacto con cuerdas, pos el acostumbra cantarle las mañanitas a su querida ciudad; ¡ah que nuestro munícipe ahora si se lució con la bailadota.
Este festejo, es solo el reflejo de que quienes tenemos nuestra chante en Morelia, le echamos ganas para darle la vuelta a la página; sí es cierto que hay inquietudes y pasan cosas que se acentuaron luego de que la aplicación se las leyes se relajaron en otros tiempos, pero queremos vivir en paz y disfrutar de lo que nos ofrecen las autoridades sensibles con esta realida.
Ojala que las voces “contreras” o sea en contra de todo y a favor de nada que dicen que no aiga este tipo de eventotes, no las escuche Don Wilfrido porque somos más quienes queremos a Morelia igual que él, quienes queremos y creemos que la situación está cambiando para bien y quienes disfrutamos al máximo del gran bailongo donde al ritmo de la música de Los Ángeles Azules, tiramos polilla.
