Es una cuestión de burocracia lo que falta para que se reabra la mina de Angangueo, en el oriente michoacano, señaló el encargado del despacho de la Secretaría de Desarrollo Económico, Juan Carlos Becerra Beltrán.
Señaló que el Grupo México, nuevo propietario de la mina, tiene contacto con la Sedeco a través de su personal, pero esta relación la mantienen de bajo perfil porque faltan la aceptación de las manifestaciones de impacto ambiental para que la mina funcione.
Sin embargo, en lo que respecta a la gestión de Sedeco, el avance de este proceso para reapertura va en un 90%, pues, dijo, se apoyó en la gestión con los ejidatarios, en la liquidación del Grupo Impulsora Minera de Angangueo (Immasa), que fue la anterior firma que tenía bajo su propiedad dicha mina; se apoyó en la gestión con propio ayuntamiento del municipio y en las relaciones con el gobierno del Estado de México, en tanto que la entrada de la mina comienza en Angangueo pero tiene una salida por dicho estado vecino.
Señaló que por parte de la empresa se comenzaron proyecto muy básicos, por ejemplo, las instalaciones se adecuaron para su instalación, al igual que los accesos a la mina, entre otros aspectos.
Lo que tiene trabajo al proyecto, dijo, es prácticamente la aceptación que haga la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), respecto a los estudios de impacto ambiental. Sin embargo, se cuida esta parte para no afectar al medio ambiente en contraposición a la generación de empleos, ya que lo que se busca es un equilibrio en ambas demandas de la sociedad.
Cabe apuntar que Grupo México es la persona moral inversionista que reactivará esta mina, y desde en 2012 ya se hacía este anuncia en un reporte de resultados de ese mismo año, destinado a sus inversionistas y disponible en su página de internet (www.gmexico.com.mx), donde se informa que el proyecto de reactivación de la mina subterránea de Angangueo está en progreso y que se prevé su arranque para el año 2014.
En este reporte se anuncia una inversión de 131 millones de dólares y prevén una producción anual de 36 mil toneladas de concentrados de cobre, 4.5 millones de onzas de plata (127.5 toneladas), 41 mil toneladas de zinc y 6 mil 600 toneladas de concentrados de plomo.