La mentada ley del santo oficio hoy pomposamente denominada ley de Extinción de Dominio. Es bni mas ni menos como en su momento lo denunciamos en este mamotreto pue basta cobn ponerle el dedo al cristiano y satanizarlo connque es integrante del crimen organizado y ¡sopas! te quitan tus bienes, y aunque hoy se culpa a los poderes Ejecutivo y Legislativo, es cierto que a la vieja uzanza violentaron N os derechos de seguridad jurídica, debido proceso, a la propiedad, pro persona y legalidad.
Además legislar en materia de delincuencia organizada, argumenta la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), en el juicio de acción de inconstitucional que sostiene contra ambos poderes ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por la aprobación de la Lley de Extinción de Dominio.
El documento del juicio promovido ante la Corte ya fue hecho público por la CNDH a través de su portal web, y en él se impugnan los artículos 2, fracción IV; 4; 5, inciso a, 62, fracción IV, y 63, segundo párrafo, de la Ley de Extinción de Dominio del Estado, expedida mediante el decreto 315.
Los preceptos constitucionales e internacionales que la CNDH estima violados son la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en sus artículos 14, 16, 22 y 73, fracción XXI; la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en sus artículos 8 y 21, y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, artículo 14.
Aunado a lo anterior se estiman violados los derechos fundamentales a la seguridad jurídica, al debido proceso, a la propiedad, el principio pro persona y el principio de legalidad.
Cabe recordar que el pasado 8 de mayo, de fast track, sin iniciativa pública conocida en la víspera, sin seguir el proceso legislativo respectivo y con una presunta dictaminación de la Comisión de Seguridad Pública puesta en duda, la mayoría del Congreso aprobó la referida ley, en la que intervino Alfredo Castillo Cervantes, comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral del Estado, según lo reconoció el legislador que subió a pleno el proyecto, Marco Polo Aguirre Chávez.