MSV. Ya nuestras existencias son sintomatologías simples, en función de que falta tiempo, para que le consten a uno en directo, además, entratándose de mujeres, ya cuando a las parejas se le pasa lo caliente, como que consiente con mayor beligerancia, las ausencias de presencias que a las damas “pretextos” ,le sobra para interponerlos o las amistades les ayudan para cubrirlos. Empiezan a ser como el tiempo exterior (del hogar ) de los hijos, que no es con los padres con quienes descubre, platican o encuentran la satisfacciones que buscan, sino con amistades de todos los niveles con los que platican lo que les pasa, cuando ya no necesitan que lo lleven de la mano.
Por eso, como en Chile, la libertad de los hijos no es limitada, pero sí disciplinada al intercambio de preguntas o planteamientos a sus padres, pero por separado, porque no es lo mismo un hombre que una mujer.
Los casos de intimidad entre hijas y madre son interesantísimos; también entre hijos y padre, pero se dan muchas reservas por su misma naturaleza: hija y madre, amigas; hijo y padre, respeto y trato regular.
Cada nación educa, cuida, cura, otorga los servicios obligados de estado como mejor desarrollar las conductas que están bajo su responsabilidad, pero con esto de los adelantos técnicos y científicos, la comunicación, los enteramientos han potenciado inquietudes de correr mundo.
Y como el tiempo pasa haciendo rutinas, cuando se le viene a uno encima, aparece la completa tolerancia, al grado de que no se le rezonga a la mujer que se luce al darle a su pareja la comida, que si se llega a preguntar que de donde los gastos, la contestación es en tercera o cuarta edad así: tú, cómete tu pierna, que yo ya alsé la mía.