En lo que se denomina una reunión con jóvenes, el Estadio Morelos se lleno de colorido, si lleno de colores y tradiciones michoacanas. Todo un espectáculo, el Papa lució feliz, contento y satisfecho de ver a los jóvenes michoacanos.
Al recibirlo, fue un «Show», todas las tradicionales canciones, las pirecuas y bailables donde llevaron cruces, santos y artesanías de la región de nuestro precioso Estado.
Luego los jóvenes le expresaron un diagnóstico, sus sentimientos y sus experiencias, sus desesperación y detallaron los problemas de seguridad con que cuenta esta tierra michoacana. Dos jóvenes con síndrome de dawn, fueron requeridas por el Papa para que subieran al estrado donde se encontraba su santidad.
Los asistentes se comprometieron a actuar de una manera ejemplar, se comprometieron a alejarse de las drogas y sobre todo a no participar en actos delictivo.