M. Sánchez Vargas. Ahora que en uno de los Estados del país ya los gobernadores ni los presidentes municipales tendrán fuero, nomás falta que el Presidente de la República Mexicana lo padezca. Por lo pronto y así se ve, es que se empieza por los que manejan erarios, pero con inteligencias circunstanciadas, los diputados locales y senadores, se las van a ingeniar, porque solamente con dinero se hacen las simpatía electorales y las malas virtudes de obtener patrimonios que no requieren laboraciones económicas para seguir viviendo bien.
Por lo tanto se advierte que llegar a esas posiciones, no van a tener tanta demanda, porque habrá de pensarse a conciencia espiritual, de adentrarse a no tener enemigo alguno, porque no hay ninguno “fregado” de esto que sea pequeño.
Muchos de los avezados en la lid, empiezan a decir que solamente los santos podrían ambicionar llegar al poder. Para ello, que como faltan los resultados que aporten los independientes, por el sentido de limitar solamente el fuero original que nace porque en la tribuna, principalmente en la más alta del país, se denuncie o se señalen desastres de gobierno que esté actuando como Alí Babá y sus cuarenta ladrones, sea por la defensa de sus ideales y estos ya terminaron, hoy las luchas son solamente por el poder y nadamás, los mismo partidos políticos echaron a perder sus lemas, porque resultaban ser puras mentiras y pretextos para animar, cuando ya en el poder era puro robar y robar.
Solamente el Verde es quien parecía tener pureza en su vía, que era la naturaleza, pero se le encontró que hasta su líder andaba vendiendo espacios cubiertos de verde para poderlos fraccionar, como lo que hizo en Cancún, su propio líder que confesó por cierto que lo habían “chamaqueado” Jorge Emilio González Martínez, segundo presidente de ese partido e hijo del propietario que alcanzó a huir a tiempo cargado de billetes.