¡Orale comadre!, el sueño de Eleazar Zizumbo Herrera, se hizo realidad; José Angel Córdova Villalobos, acaba de ratificar que todo periodista reconocido, es licenciado en periodismo por la Secretaría de Educación Pública.
Por muchos años el famoso Chei anduvo gestionando que si una carrera profesional lectivamente se obtiene en cuatro o cinco años, porqué un periodista que ha trabajado toda su vida en medios, no puede licenciarse, si en la materia han dedicado parte o toda su vida.
Si pues comadre y más aquellos que no como Marco Antonio Aguilar Cortés, que con un artículo de cuando en vez, se agregaba tal distingo, cuando él mismo, por aquella columna diaria que escribía en La Voz Alejandro Sandoval por algunos años, lo pregonaba como ejemplo.
No te olvides comadre que para el jefe Sandoval, Marco era su rey, que claro, integraban aquel grupo de mutuos elogios, igual que cuando vivía Pime Avilés.
Oye comadre, pero cualquiera con esas credenciales de periodista que venden o distinguen a cuates directores de organismos de difusión, muchos se van a colar, porque un título es un título, aunque antes el lector, pueblo mismo que le gusta estar enterado, se reía de quienes llevaban recortes para que los obreros de redacción les editaran sus periódicos.
Cierto, casi la totalidad, a excepción de muy pocos, muy raro es el director que escribe, no como los dueños, que esos están como Fox, pagan porque le hagan todo, menos vender refrescos.
Entonces comadre, ¿Miguel Medina no sabe? Claro que no.
El único que en un tiempo hizo una columna política, fue el director de Cambio y el hoy notario público Jorge Mendoza que por años hacía editoriales, que por cierto su pago fue caricaturizado como rata, que fue la risión de mucho tiempo.
Dicen comadre que hay periodistas que no solamente son unos tigres para escribir, sino para elaborar desde recoger las noticias, redactarlas e imprimirlas con sus propias manos.
Claro, ahí está Miguel Durán, el conocidísimo “Wily” y algún otro.
