MSV.- Los actos apolíticos de los dos ediles del PAN, una que le entrega la llaves de la ciudad de Monterrey a Cristo y otro, el de Ixmiquilpan, Hidalgo, tierra del Gral. Alfonso Corona del Rosal, que por cierto es el que entrega a la civilidad el control político electoral, se atreve en otro acto religioso ayer, a ponerle la Banda Presidencial a Cristo Crucificado, creando con estas dos osadías, los estertores de la muerte absoluta que ya siente el Partido de Acción Nacional.
Tales intentonas de distinguirse, no equivalen desde luego al descuido del cambio del orden de los colores de nuestra bandera que portan a la salida de Calderón y la toma de posesión de Peña Nieto al poder, que no se puede calificar como descuido, sino como acto del cual se quieren recoger sus reacciones, aunque de la Margarita Arellano, Presidenta Municipal de la ciudad regio, no es la misma, que la de Cipriano Chárrez Pedraza de Ixmiquilpan, porque se entiende que Monterrey, capital del Estado de Nuevo León ha sido casi siempre una ampliación de Massachusetts, Estados Unidos, pero no Ixmiquilpan, tierra revolucionaria y nato de el último militar que deja que la milicia siguiera haciéndose cargo del control político electoral del país al través del PRI, así como Avila Camacho que deja de ser el último presidente militar de la república, por cierto, que tuvo con Corona del Rosal una gran amistad, que cuando toma posesión de la regencia del Distrito Federal el Gral. Alfonso Corona del Rosal, lo menciona.
De las reacciones que motivaron lo que hizo la presidenta de Monterrey, no pasaron a más, se quedaron en una simple amenaza de los laicistas, principalmente los que están encuevados en masonerías; en lo de Ixmiquilpan, se esperan reacciones más fuertes, porque se trata de una tierra que olió la pólvora de la Revolución Mexicana.
Por parte de la religión católica y su dirigencia, verá usted que va a darle un amplio margen para “cuchilear” todas las oportunidades que todavía podrá tener la derecha en México y hacer pensar a su parte clientelar, que existe simpatía en que el gobierno pudiera llegar a ser teocrático, en función de que por ahí se dice que en los nuevos capitales que vienen a México por la reforma energética donde la Iniciativa Privada vaya que va a invertir, los muchos denarios que posee la Iglesia, sean invertidos en lo más seguro de multiplicarlos y que claro se vea, que solamente la Iglesia que no tiene tanta corrupción, podría ser la solución a una verdadera prosperidad del país y borrar la desgracia que cada vez se amplía, en que los mexicanos siendo tan ricos en recursos, sea tan pobres en la mayoría de su población.
