* Destacan el diálogo y la búsqueda de acuerdos, como garantías de gobernabilidad democrática.
En los primeros meses del gobierno que encabeza, el presidente Enrique Peña Nieto ya mostró que el rumbo de su administración será impulsar las reformas estructurales que el país necesita, para hacer de México un país a la altura de las dinámicas, visiones y desafíos del siglo XXI.
Para los diputados integrantes del grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional en el Congreso de Michoacán, el mandatario federal ha desarrollado su actuación con los pies en la tierra, haciendo de la política el arte de lo posible, y asumiendo un comportamiento de estadista del siglo XXI.
Al hacer un balance de lo realizado en los primeros meses de la administración federal, los legisladores del PRI consideraron que los primeros meses de un gobierno son útiles para sentar las bases de todo un sexenio.
Destacaron que la actual administración ha contenido los altos índices de delincuencia organizada y abatir la incidencia de los delitos del fuero común, mediante el incremento del gasto federal y el reforzamiento de diversas tecnologías para la prevención y persecución del delito, “son dos logros de gobierno que, sin duda, benefician a nuestra sociedad”.
Por otra parte, los legisladores expusieron que hacer del diálogo y de la búsqueda del acuerdo, dos puntales para generar un ambiente político relajado, que facilite los cambios de fondo que nuestra sociedad demanda, “son valores de actitud de un gobernante comprometido con la gobernabilidad democrática”.
En materia de política exterior, los legisladores consideraron que en su primer año de gobierno, el presidente Peña Nieto ha dejado claro que México necesita abrirse al mundo, pues esto es condición necesaria para que el país se beneficie de los grandes flujos de inversión y de las grandes corrientes que vienen modificando la cultura global.
Consideraron que una nueva relación con China y un nuevo trato con Europa, pueden ser el signo determinante del ingreso de México al mapa de los países fuertes de Occidente.
Los legisladores del PRI apuntaron que con base en lo anterior, puede decirse que el Pacto por México, del que derivan la gran cantidad de reformas estratégicas propuestas por el presidente de la República, “es un mecanismo limpio, legítimo y que goza de plena viabilidad, para asegurar la estabilidad social y la gobernabilidad política en el país”.