MSV.- Está sacando cada novedad el Papa Francisco I y más ahora que se reúne a los Franciscanos de Asís, que hasta ha confirmado que ahora en todo el mundo, pagará impuestos si es que los pueblos lo hacen y no nada mas eso, sino que en la entrevista que le hizo uno de los reporteros del Observatore, diario del Vaticano, que lo enreda todo cuando le dice que él no cree en un Dios Católico, sino en un común para todos, que quiere y ama por igual.
La forma en que está gobernando la iglesia, aunque él diga que es de acuerdo al G 8, que son los 8 cardenales que integran la curia, claro se trasciende en él, la personalidad con que actuaba su dirigencia en Argentina, al grado que ya millones de católicos empiezan a verlo regresar a los huaraches, como para que los primeros se los llevara Jesús Reyna, para que la fama que tienen los que Huetamo produce, se internacionalicen.
También, que quiere volver a ser pueblo, a servir y convivir con mayor intensidad con los pobres que los ricos, porque nadie hasta ahora ha podido quitar la sentencia inscrita en la Biblia, de que primero pasará un camello por el ojo de una aguja, que un dinerudo al cielo: ¿estamos? La gente creyente que está acostumbrada a ver al representante de Dios en la tierra, con los mejores zapatos, ropa y auto, ya le rechazaron el voshito que con kilometraje de 300 mil ha medido las distancias que ha recorrido en el para sus necesidades privadas, que seguramente no las rodó en Italia, sino en su propia Argentina, que es donde lo hizo famoso por ser un conservador material, pero que hoy que ya gana popularidad de renovador espiritual, se espera que en cualquier visita a casa de un pobre, pernocte interfamiliarmente.
Al Dios que él le entiende es a quien opta por conservar los atributos para permanecer en la eternidad vigilante y conformador de soluciones que las humanidades -si es que hay en otros mundos-, requieran para cumplir las tareas que adquirieron desde su nato, hasta su muerte y por su comportamiento y servicios a sus mandos, si hay otra oportunidad de seguir sirviendo, la lleven al cabo lo que en el más allá haya que cumplir.
Asi es de que estamos cerca de una renovación, una iglesia muy distinta a la que se formó y degeneró tan pronto se fueron olvidando los indicativos hechos en persona por Cristo, quien vino a la tierra a ser crucificado por el perdón de todos los pecadores que hoy somos y que tal vez seguiremos cuando el Papa Francisco señala que Dios nos quiere por parejo, a todos, no solamente a los que aportan o dan limosna.