MSV.- De los casos que se denuncian o se llegan a descubrir sobre la venta de bebés, son pocos; pero frente al abandono que sufren en el Estado de Puebla, no son menos, porque por comunidades o pueblos indígenas no solamente venden a los menores, sino a la mujeres que pasan de los diez años.
En mismo Estados Unidos unos emigrados fueron llevados a Corte, porque habían vendido a una mujercita y les concedieron la libertad, porque demostraron que así eran sus costumbres que aún viviendo en otros países cumplen al pie de la letra, una de ellas es negociar a las niñas.
En Sinaloa una mujer que se vio en la necesidad de denunciar el robo de su pequeño porque “le pusieron el dedo”, terminó por confesar que vendió el producto en diez mil pesos a un matrimonio y otro similar y casi en la misma fecha, en el aeropuerto de Turquía a una pareja de polacos que fue exprofeso por la satisfacción de tener un menor en su casa, se los vendió en 500 euros.
Posteriormente los adquirientes confesaron que los costos de embarazo, atención médica y la manutención es mejor llevarla al cabo ya cuando se puede tener la seguridad de cumplirla.
De casos conocidos, casi son cotidianos, ya que hay mucha gente que deja encargos anticipando dinero para gastos y fija promedios de adquisición. Ya en muchos lugares se tiene la conducta de que hijos bonitos, es como lo que se dice: que si hay esposas feas, es porque los maridos son pobres, porque en la actualidad como en Colombia y Venezuela, así como en Nicaragua y parte de Panamá, hay centros de población que sus mujeres son muy bonitas porque lo consiguen a base de intervenciones quirúrgicas, que así como de pronto aparecen bustonas, en meses posteriores ya tienen mucha cintura y bastantes pompas “paraditas, así como piernas torneadas, que luego cuando se enfadan, se operan para volver a su originalidad, porque los gustos de la moda con la edad, cambian mucho y a cada rato.
En Medellín de América del Sur por ejemplo no hay mujer mal formada, que cuando uno está en esa ciudad que describe muy bien García Márquez, que uno quisiera vivir ahí cuando menos para secundar, porque no hay de quien se pueda cerrar los ojos.
Y además, así como aquí se venden niños, niñas y mujercitas, que no tardará en que se les ponga a los gays menores buen precio, tal como lo afirmaron los jóvenes a quienes se les pasaron videos de acciones de esos nuevos noviazgos y matrimonios o mismos que venden sus caricias a quien sea, que en breve todo eso será normal o nazcan nuevas especies de humanos que serán privilegiados por acciones que serán universales, con más servicios de otorgar diferentes placeres que hasta este siglo se hicieron públicos y protegidos por la misma ley que antes los castigaba por ser amorales, lo que quiere decir que las mismas autoridades, como las religiones, van terminar por ser nuevos seres… en eso de los placeres.
