Juegos de Poder

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Juegos de Poder

Calderón ordenó a los titulares de las dependencias federales ejecutar la operación limpieza, para no dejar huella del irregular manejo de los recursos públicos aprobados por el Congreso. La operación limpieza, se lleva a cabo como la entienden los panistas, mediante la quema de expedientes. Tarea asignada a los contralores, con el objeto de reducir, a polvo, el gigantesco saqueo del presupuesto federal.

El presidente electo, Enrique Peña Nieto, se propone revitalizar la política nacional, con información que transparente permanentemente el estado de la administración pública, esto es, el ejercicio del presupuesto, sin dilaciones, en relación con el avance físico, material, de las obras, programas y servicios prometidos a la población durante su campaña y los que emerjan del plan de gobierno.

La propuesta de Enrique Peña Nieto de hacer trasparente las acciones y programas del gobierno, se tropezará al entrar a Palacio Nacional con la basura del gobierno panista, oculta bajo las alfombras. En lugar de proceder a un ordenamiento meticuloso y trasparente, procedieron a limpiar la basura, solo la echaron bajo las alfombras en espera de que los acuerdos de transición les otorguen protección e impunidad.

Así, la operación limpieza, ordenada por Calderón se llevó a cabo con la sustitución de 56 contralores de las principales dependencias y principales áreas, que concentran el grueso del presupuesto y por lo tanto las mayores fugas de recursos, como son la Secretaría de Relaciones Exteriores, Agricultura, Energía, Policía Federal, Pemex, CFE, Instituto Nacional de Migración; los 56 contralores, han sido remplazados con militantes panistas que llegaron para permanecer, infiltrados, en la administración peñista para proteger a los altos empleados federales panistas.

La operación limpieza, ocultamiento de información, se inicio con el remplazo del titular de la Secretaria de la Función Pública, Salvador Vega Casillas, postulado como senador pluri para darle impunidad, por los servicios prestados con lealtad a su paisano Calderón, quien los elevó a secretario por el mérito del paisanaje. Vega Casillas, a su vez, remplazo al titular, German Martínez Cáceres, designado dirigente del PAN y posteriormente defenestrado por Calderón, para lavarse las manos de las derrotas electorales por el PRI.

En 56 dependencias y áreas estratégicas de la administración pública, la entrega recepción del gobierno saliente de Calderón al entrante de Enrique Peña Nieto, se vera obstaculizada por la desaparición de los expedientes en manos de los 56 contralores que se esfumaron con información confidencial gubernamental.

Calderón, se cubre las espaldas con la designación de 56 nuevos contralores, a minutos de su salida.

La demanda de información que hará el nuevo gobierno, será suficiente para que los panistas de declaren victimas de persecución y de una conjura en contra suya.

La operación Limpieza, ordenada por Calderón, busca impunidad y que el nuevo gobierno se haga cargo de limpiar la basura con los 56 contralores que le hereda el gobierno panista.

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