Juegos de Poder

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Juegos de Poder

En este caso de la Embajada, su tesis mantiene la tradicional postura de los republicanos de culpar a los “terroristas”, concretamente a una ala africana de Al Qaeda.

5. Según los republicanos esta información era del conocimiento de Obama y como en el caso de Petraeus, no la quiso informar al Congreso para no alterar el curso de las elecciones.

6. A su vez, los congresistas republicanos estaban informados de la investigación del FBI a Petraeus, por un agente del mismo FBI que le solicitó a fue retirado del caso por conducta indecorosa, le envió un correo con el torso desnudo a Jill Kelley, la rica libanesa, maronita, que organizaba fiestas para generales, de las fuerzas especiales, en la base de Tampa, Florida.

La comparecencia del general Petraeus, después de su dimisión como Director de la CIA, ante el Comité de Inteligencia arrojó dudas, al dar a conocer que estaba enterado de la participación de un grupo de Al Qaeda en el ataque al consulado de Bengasi. Según, Peter King, (r/NY), presidente del comité de inteligencia de la Cámara de Representantes, esa no era la información proporcionada por Petraeus, tres días después del ataque a Bengasi, (Sept 14) lo que sugiere un cambio de hipótesis, según King.

El hecho que tanto Obama como sus adversarios republicanos estuvieran informados del curso de la investigación del FBI y que ambos se la reservaran para ver que uso se le daba, dependiendo de quien resultara el triunfador, parece ser la hipótesis con mayor sustento.

O sea que el triunfo de Obama, los republicanos la están usando para convertirla en una derrota.

Si Obama hubiera fracasado, seguramente la emplearían para lograr la plena hegemonía republicana y lograr una catástrofe política de los demócratas.

En conclusión, la estrategia republicana que están empleando ahora contra Obama, se dirige a impedir que su triunfo se convierta en un dominio político pleno.

La confrontación de los republicanos contra el presidente Obama, expresado en la reciente crisis del gabinete de seguridad norteamericana, ha tenido profundas repercusiones en México.

En primer lugar, al desmantelar las bases del Plan Mérida y la consecuente desaparición de uno de sus instrumentos, la Secretaria de Seguridad Federal.

La renuncia del Director de la CIA, Petraues, y del Jefe de operaciones en Afganistán, General, John Allen, causa la baja de todo el equipo de fuerzas especiales, proveniente de Afganistán e integrantes del Comando de Operaciones Especiales, CENCOM, que operan en México la guerra contra el narcotráfico. El embajador, Wayne, ya hizo maletas, espera que le den la orden de entrega a su sucesor que lo relevara, con el gobierno de Peña Nieto.

El búnker de Reforma, esta en proceso de desalojo, han concluido sus tareas y para no involucrarse en ningún escándalo después de los sucesos de Tres Marías que condujo a la renuncia de Petraeus, esperan ser reasignados para nuevas misiones.

Como vemos las renuncias de los generales del Pentágono, generaron no solo reacomodos, están produciendo un cambio profundo en las relaciones de poder de los Estados Unidos y en su entorno de México.

El riesgo de una enorme crisis humanitaria si se desata el ataque a la franja de Gaza y si explota la guerra regional en Medio Oriente, exigirá de las potencias un esfuerzo para impedir que se geste una masacre, producto de los intereses geoestratégicospetroleros- financieros.

Como hemos visto, este escenario potencial de guerra tendrá repercusiones en nuestro país, impactando en el terreno energético-alimentario o sea de seguridad. La puesta en marcha del aparato institucional de inteligencia y seguridad, será una prioridad del gobierno entrante, a la par que el crecimiento de la economía y de la producción energética-agroalimentaria para elevar el bienestar de los mexicanos.

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