Juegos de Poder: KISSINGER AL CESTO DE LA HISTORIA

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Juegos de Poder: KISSINGER AL CESTO DE LA HISTORIA

En Guatemala, el gobierno del General Efraín Ríos Montt y el equipo de exterminio que lo acompañó, se enfrenta a testigos y familiares de las víctimas, que integran una lista de 150 personas propuestas por la Fiscalía para demostrar la responsabilidad de los procesados por las matanzas de indígenas, durante el período más sanguinario de la guerra interna de 36 años que vivió Guatemala, 1960-1996, en contra de población civil no combatiente.

El juicio contra Ríos Montt, extiende una acusación contra el actual gobernante, Otto Pérez Molina, acusado de los delitos de ejecución extrajudicial, ejecución extrajudicial en grado de tentativa, abuso de autoridad y lesiones, por la muerte de seis indígenas, durante una protesta el 4 de octubre en el noroeste del país, en la que otras 34 personas resultaron heridas. La denuncia involucra al ministro guatemalteco de Defensa, general Ulises Anzueto; la muerte de los indígenas se le imputa al Ejército.

Inclusive un Kaibil, Hugo Ramiro Leonardo, mecánico especialista militar, declara ante el tribunal que juzga a Ríos Montt: “Los militares y los soldados a las órdenes del mayor Tito Arias, conocido como Otto Pérez Molina; el general —José Luis— Quilo Ayuso y (…) los comandantes de las compañías de ingenieros coordinaban la quema y saqueo de la gente para luego ejecutarlos.”

El entrenamiento de tropa élite guatemalteca, kaibiles, contrainsurgentes, se imprimió con una fuerte dosis de racismo contra los indígenas ixiles, como una antesala del genocidio. Una experta en el tema, Marta Eugenia Casaús Arzú, al prestar declaraciones concluye: Querían modernizarlos, cambiar la concepción que ellos tenían de la realidad, que perdieran sus costumbres y tradiciones. No era cuestión de aislar a los ixiles, se encontraban en un lugar con acceso limitado, se intentó reubicarlos.

Por eso se implementaron aldeas modelo en las cuales debían realizar las tareas que se les imponían”.

La imagen que las fuerzas armadas tenían sobre los ixiles era de “enemigos internos”, debido a que, según los soldados, mostraban una actitud favorable a las acciones de la guerrilla. Una de las órdenes era acabar con los enemigos.

En las calles de la Cd. de México, el Dr. Alfonso Solórzano, fue asesinado por la inteligencia militar guatemalteca, bajo las órdenes de Mauricio Rodríguez Sánchez. Se dijo que era un accidente de tránsito.

La personalidad democrática internacional de Solórzano, era un desafío a la dictadura genocida militar de Ríos Montt.

El doctor Solórzano, formado en derecho en Alemania, funda el Partido Guatemalteco del Trabajo.

En el proceso del surgimiento de los únicos gobiernos democráticos de Guatemala, Juan José Arévalo y Jacobo Arbenz, participa Solórzano activamente, al lado de su esposa, la escritora, Alaide Foppa, quien adopta la nacionalidad guatemalteca de su madre.

El establecimiento de la prolongada dictadura militar en Guatemala, trae a México al exilio a Alfonso Solórzano y a Alaide Foppa.

Asesinado el Doctor, Solórzano, Alaide, en 1980, se traslada a Guatemala para tratar de localizar a su hijo mayor, Alfonso, en manos de la dictadura. Alaide Foppa, fue secuestrada, torturada y asesinada.

Su hijo nunca apareció vivo en Guatemala. Fueron arteramente asesinados. Se espera justicia para esta destacada familia, masacrada como miles de indígenas y miles de patriotas guatemaltecos por los gobiernos de manos sucias.

México en el periodo de los gorilatos, se convirtió en un refugio para los patriotas latinoamericanos y sus familias.

Desde gobernantes en el exilio, dirigentes partidistas, sindicalistas y luchadores anti imperialistas, fueron recibidos por los gobiernos y los mexicanos, solidariamente.

La experiencia mexicana en materia de transformaciones y avance sociopolítico se convirtió en paradigma de cambio para los dirigentes cuando regresaban a sus países y volvían para recobrar fuerzas y aliento. Por eso, los infundios.

Las acciones contrainsurgentes y la guerra de cuarta generación en la que se han visto comprometidos gobiernos subsiguientes, ya tienen respuesta a sus acciones, en demandas en tribunales foráneos y el rechazo a su presencia.

Los Cables de Kissinguer de WikiLeaks, redocumentan la historia intervencionista norteamericana. Su apertura, nos indica que se prepara y está en marcha un cambio en la política continental de los Estados Unidos.

Por eso han botado al cesto de la historia al Dr. K y todo lo que significa la guerra sucia.

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