Aunque la actriz Keira Knightley es considerada una de las mujeres más hermosas tanto de su Gran Bretaña natal como a nivel internacional, ella reconoce que solo se percata de las implicaciones de su aspecto físico cuando afectan de lleno a sus ofertas de trabajo en la industria del cine. «Ni siquiera pienso en la belleza como concepto general. Ser supuestamente guapa es un arma de doble filo: tu imagen te puede ayudar a conseguir algunos papeles, pero también te puede dejar fuera de trabajos muy interesantes. Así es como funciona el negocio del cine», señaló en conversación con la revista francesa Madame Figaro.