Consumir medicamentos sin prescripción médica representa un gran riesgo para la salud, sobre todo cuando se trata de productos que prometen curas sin tener una certificación o estar avalados por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), señaló la diputada federal Dora María Talamante Lemas.
Por ello, la legisladora de Nueva Alianza afirmó que es necesario que las autoridades sanitarias refuercen el monitoreo de la publicidad de los productos que prometen bajar de peso de manera milagrosa, ya que representan un peligro para la salud de los mexicanos.
Además, subrayó que se debe endurecer el castigo a estas empresas que lucran con la salud, al no tener una autorización oficial o la recomendación médica para tratar enfermedades como la obesidad y el sobrepeso, poniendo en riesgo la vida de quienes consumen este tipo de productos.
En este sentido, la diputada por Sonora refirió que durante el 2013 y 2014 la Cofrepris incautó 1 millón 333 mil unidades de estas unidades, los cuales prometen curar de manera rápida enfermedades tales como la diabetes, cáncer, hipertensión, artritis y disfunción eréctil.
Sin embargo, hizo énfasis en que su consumo puede dañar órganos como el riñón, páncreas, hígado, entre otros, convirtiéndose en un problema que afecta tanto el gasto de los consumidores y el de las instituciones de salud que deben contrarrestar los daños.
Al respecto, planteó la necesidad de informar a los derechohabientes sobre las consecuencias de consumir este tipo de productos, sin consultar con el médico.
“No debemos tomar a la ligera el consumo de productos para adelgazar o para curar padecimientos sin un profesional que lo recomiende. Muchas ocasiones trae consecuencias fatales o graves para la salud”, reiteró la diputada.
Finalmente, Talamante Lemas insistió en que un producto supuestamente “natural” puede traer consecuencias negativas para la salud, pues un gran número de ingredientes de origen vegetal pueden resultar tóxicos para el ser humano.
“Debemos concientizar a la población sobre los perjuicios que genera el consumir productos sin conocer sus componentes, los cuales pueden ser físicos, psicológicos y económicos. Por ello, el gobierno debe desalentar la compra de estos y evitar así también más gasto público al tener que atender la consecuencias de algo que se puede evitar con información y prevención”, puntualizó.