Una mujer bonita, siempre será traidora como cuando…

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Una mujer bonita, siempre será traidora como cuando...

…el indio muere si el buho canta

MSV.- Con cuanto pesar nos pega la noticia de que la ex edil de Tiquicheo María de los Santos Gorrostieta Salazar ha terminado, como termina la mujer bonita que traiciona, si su belleza no es sometida a los pocos círculos morales que ya quedan. El espectro de querer morir lo traía en su instinto, luego de que el narcotráfico le mata a su esposo según las publicaciones.

Generalmente la mujer a la mínima desgracia de su hombre se borra de lo que en directo no practica y escoge uno de los dos caminos: apartarse para cuidar de sus hijos y cambiar completamente de giro o como esta era una bella mujer, que como dice la canción, que toda mujer bonita, será traidora, porque siempre alguien que tiende a ser femini exquisita, es cortejada, no por el hombre que le echa ojos, sino por todos los que a su paso la observan.

Si ya siendo familia, ante su esposo, de acuerdo a las huachadas de la región se la chuleaban al marido, cuantimás y habiendo quedado sola, luego de que siendo presidente municipal le quitaron la vida los narcos, se imagina a tanto tirador, que cayó en uno de los que por protección sabía de acciones policíacas, que no alcanzó o no pudo terminar con enconos que surgen e veces sin saber motivo.

Realmente María de los Santos Gorrostieta Salazar era muy bella y su carácter, correspondía a inquietudes de sus desempeños que parecían no ser tomados con esfuerzo, por eso su sentencia, fue no ser reconocida como diputada plurinominal, tal como era lo convenido, para que tuviera el fuero ya no para afrontar, sino que habiendo pasado por experiencias la escucharan y la tomaran en cuenta, tan sólo por ser en tierra caliente una candidato natural que resultaba atractiva para el voto, ya que generalmente este se ejerce para quien es golpeado, como se dice en la democracia, los pueblos están con los que hacen golpean y hacen débiles.

Ahora resulta que en Tiquicheo se está diciendo ya que si María de los Santos intentó cambiar de partido político, era porque el suyo y por el cual trabajó toda su vida, fue porque la abandonó por completo. El entierro, que fue en su Tiquicheo querido, como le calificó en Ciudad Altamirano al decir sus primeras palabras después de que le extirparon las balas de su segundo asalto, yendo a Coyuca de Catalán luego de haber estado con el Secretario de Agricultura a quien le suplicó apoyarle para su proyecto de cambiar algunas tierras de lo temporal a regadío. No es que anduviera hasta Guerrero en la parranda.

Total, que esa bella mujer, murió en la hidalguía, sin esconderse, sin tener que emigrar, pese a que parte de sus familiares se han ido, los mismos que le insistía se fuera con ellos y por la parte también de los familiares del esposo, desde que vinieron al sepelio, le dejaron bien clara la advertencia: tu ya no vas a poder vivir en paz: vende lo que tengas que vender, que si no te alcanza, nosotros te completamos para que allá pongas negocio, no busques trabajo.

Por nuestra parte, un buen hasta pronto, que una mujer bonita siempre será, si no traidora, siempre cortejada, como el dicho del indio, que cuando el buho canta el indio muere, que aunque no será cierto, pero sucede: al separarse de su nueva pareja, la vida deja.

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