La continuidad a través de una planificación del crecimiento y de la mejora académica más allá del periodo de un rectorado, junto con la unidad de toda la comunidad nicolaita y la certeza que pueda dar a la sociedad como institución educadora de las nuevas generaciones, son los ingredientes indispensables que el ex-rector de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Genovevo Figueroa Zamudio, vislumbra como el presente y futuro de la Casa de Estudios.
En el marco de la celebración del centenario del Centro de Estudios sobre la Cultura Nicolaita, el también ex-gobernador de Michoacán, expuso sus memorias sobre la experiencia que tuvo como nicolaita en su etapa de alumno y profesor, el tiempo en el que transcurrió su rectorado y los retos que hoy tiene por delante la Universidad Michoacana.
Al evento asistieron distinguidos catedráticos, directores e investigadores de la UMSNH, así como los ex rectores Napoleón Guzmán, Silvia Figueroa y Fernando Juárez Aranda, ante quienes el Dr. Genovevo Figueroa dijo que desde que se constituyó la Ley Orgánica de la universidad, se inició, hasta nuestros días, la etapa de modernización de la universidad: “Al revisar la historia de nuestra universidad tenemos que reconocer que desde que se fundó en 1917 nació con una serie de limitaciones económicas, se le dotó de espacios físicos en monumentos coloniales, con espacios poco adecuados para bibliotecas, aulas y actividades deportivas”.
Recordó que en ese entonces, “a la mayoría de nuestros maestros se les negaron los apoyos para la profesionalización en la UMSNH, las limitaciones económicas eran tantas que no se había podido desarrollar la investigación, la difusión de la cultura era muy limitada y los recursos que se entregaban casi en su totalidad provenían del gobierno estatal”.
“La comunidad universitaria luchó por un proyecto académico, científico y cultural que se institucionalizó cuando se aprobó la ley orgánica en 1961, los nicolaitas de entonces tenían una amplia conciencia universitaria con líderes estudiantiles y magisteriales en los consejos de las facultades, en el consejo universitario así como en federaciones de estudiantes y maestros, entonces, no había todavía sindicatos”.
Yo pienso, afirmó, que el proyecto de universidad moderna se inició al aprobarse la Ley Orgánica en julio de 1961, “este documento institucionalizó la profesionalización de la planta docente y el consejo de la investigación científica: primeros cimientos de una universidad moderna”.
A fines de los 60’s, la Asociación de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), convocó al primer seminario de análisis de la matrícula estudiantil y la profesionalización docente, para poder planificar y modernizar estructuralmente, además de diversificar la oferta educativa, la recepción de un número mucho mayor de jóvenes en las aulas de las universidades públicas.
“En 1970 regresé a Morelia con mi posgrado de Oftalmología y de inmediato me incorporé la Facultad de Medicina, en ese entonces la ANUIES aceptó celebrar en el Colegio de San Nicolás, un seminario similar al de la década anterior, en donde además de permitir la participación de un mayor número de nicolaitas, quedó expuesta la valía de la UMSNH para la región”.
La celebración de este seminario en San Nicolás sentó las bases de la planeación universitaria que debe ser cimiento sólido para mejorar la vida académica, el desarrollo de la investigación y mejora de las labores administrativas.