El cambio a la forma de que la Federación se hiciera cargo de la seguridad y Desarrollo integral de Michoacán, a petición del gobierno que se lo pidió, el señor Presidente Enrique Peña Nieto, tuvo que cesar en sus funciones a Alfredo Castillo Cervantes, no tanto por el lógico entender, de acuerdo a nuestro actual estilo de política con que se gobierna este país, que su delegado de la Federación, tendría que tener intervención en los próximos comicios de esta entidad.
La corrección obedece a que el asunto de la seguridad es tan serio aquí, que el cargo al delegado Castillo debió haber sido exclusivamente para recuperar la seguridad del Estado y no para su desarrollo integral, que nunca se supo de alguna inversión que haya gestionado y menos hecho en la entidad de Ocampo.
Asi es de que ahora, coinciden los reporteros que recogieron puntos de vista a esta corrección del Presidente Peña, que de esta forma, se le regresa la autonomía al gobierno legítimamente elegido, a quien ya venían calificando –desde la creación de esta medida-, como un títere del delegado, que era que hacía y disponía, por convenir a sus propósitos de responder a superiores indicaciones.
