Vaya que trae un buen desmadre el PRI, que está conteniendo los trancazos por todos lados, pero mandar a Juan Antonio Ixtláhuac Orihuela y a Xóchitl Ruiz, como candidatos al senado es algo muy inusual, algo no pensado, algo que no se a evaluado sinceramente.
Se nota el peso que todavía tiene Chon Orihuela. que aunque no apoya de lleno a su sobrino, mando a Xóchitl, una mujer sin experiencia que por ser de su equipo y por no haberle traicionado en este tiempo se lleva una posibilidad, aunque remota, pero una posibilidad de ser senadora.
Claro competir contra el frente que lleva el total respaldo del gober al mandar a su hermano, en un fórmula que solamente se espera que no aflojen, porque ya casi ganan, en una fórmula donde l peso de Marko Cortés se hará notar y Morena que trae a Cristóbal Arias, que muy posiblemente no gane, pero le hará ruido al PRI, por lo tanto, lo más probable es que con estos candidatos el PRI no consiga nada. El berrinche de Chon de lograr algo, de urgentemente tener a alguien “dentro”, lo hizo perder la cabeza al elegir a Xóchitl.
Lo escribimos hace unos días el PRI debe pensar bien las cosas, porque al parecer no las está armando bien. Escribimos que Víctor Silva no se salía de la Presidencia, un movimiento inteligente para mantener las estructuras alineadas y sobre un camino bien pavimentado y que los posibles candidatos eran Alfredito Anaya e Ixtláhuac, pero que de verdad quedaran es un verdadero problema.
Esto no ayuda para nada a José Meade porque los votos se voltearán hacia otro partido, esta decisión, de mandar a dos jóvenes con poco experiencia electoral, que aunque Ixtláhuac, ya ganó ganó bajo la protección de su familia en Zitácuaro, no en el Estado y Xóchitl fue pluri ahora que fue diputada. Estos jóvenes no saben de verdaderas elecciones y si van a traer al equipo de Chon para ganar las campañas pues menos, noten lo que le pasó a el mismo, no ganó. Los candidatos elegidos son tan malos como el uno para el otro.
