MSV.- La verdad es que el gobierno ya está abusando de nosotros, pues se dijo que los aumentos a las gasolinas se terminarían conforme se igualara el precio a lo que cuesta en los Estados Unidos y ya nosotros compramos el litro 35 centavos más cara, pues aquí está a once veinticinco, mientras que en el vecino país, a diez noventa y además no es lo mismo ganar en dólares que en “trespeleques” pesos mexicanos.
Si esa medida es para evitar que ya no haya automotores viejos que contaminan más el ambiente, entonces qué, el pobre, ¿no tiene derecho a tener su vieja carcacha?
Mucho se dice que es mejor comprarle la gasolina a Venezuela, cuyo costo por litro es un centavo de euro el litro, lo que quiere decir que su costo es de 17 centavos cada litro.
Con razón ya los de la frontera de Estados Unidos no vienen a llenar sus tanques con nosotros, porque más cara y de menos calidad, que ni locos que estuvieran para que siguieran comprándonala.
Lo de menos era proponer como cuando subió en los años sesenta del siglo inmediato pasado el huevo, que lo dejáramos de consumir un mes y verían los productores si no se rajaban, pero pensar así de la gasolina, como que sería un desastre nacional y la gente como ya no camina, menos corre y los zapatos también tienen altos precios, que francamente ni pensarlo, porque ni trabajo, ni escuelas están a la vuelta de la esquina. Ya nomás falta que Pasalagua empiece a pedir que entonces, se iguale el precio del transporte
Calderón dijo para atraer el voto en su campaña electoral, que se comprometía a bajar el precio de la gasolina, la energía eléctrica y el gas y salió como el dicho de si, dijo Ireta. Acabalar con el que quería llamarse el Presidente del empleo, ni a sueño llegó; pero sí fue Presidente y nos dejó todos jodidos, que Enrique Peña Nieto mejor le anda buscando por el lado de que se inviertan capitales privados en Pemex, pero sin rebasar la ley, como lo acepta Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, el hijo del que nacionalizó petróleos precisamente.