MSV.- El jefe de un partido es su presidente, en el caso del Partido de la Revolución Democrática se llama Jesús Zambrano. Entonces lo que falta para que no haya tanta especulación de Michoacán, es que la división que presenta ese partido que con el PRI asientan la legalidad gubernativa aquí, es que aplaquen a Silvano Aureoles. que de alguna manera, por la representación que tiene ante el Poder Federal Legislativo, por la oportunidad que viene, quiera no estar fuera, pero el que manda y es quien debe hacer buenas o malas declaraciones, es el sonorense.
De esa manera corre el peligro de que por no tener disciplina, lo cambien de ser el líder de bancada.
Por lo pronto ya Michoacán tiene una súper fuerza en su seguridad, aunque muy lastimado, que es por lo que a veces siente “monos con tranchete”.
A nosotros nos conviene darle todo el apoyo a quienes legalmente gobiernan nuestra entidad, porque si a las especulaciones le aumentamos la psicosis que portamos porque si vamos por la calle o estamos trabajando, estamos con el temor que así como lo de la Comisión Federal de Electricidad o de la quema de gasolineras y que varios municipios sigan viendo cómo su patrimonio se los merman, que es lógico también que cualquier incidencia, la liguen con el estado de incomodidad que padecemos.
La vuelta de nuestra paz no es para ponerle fecha de corto plazo, pero si en lugar de apagar el fuego, le aumentamos gasolina, esto va a ser cuento de nunca acabar y mientras lo que vamos a ir viendo que aumenta, es la emigración hacia donde se pueda, que son los que pueden irse en busca de la tranquilidad a otra parte y tengan los recursos para hacerlo.
Ahora con la presencia de las fuerzas federales ha aumentado y estamos oyendo que no tenemos un gobernador cansado que pretexte encuevarse en los pretextos del descanso, que la voz se le oye muy segura y sus expresiones muy lúcidas, que nos anima y contamina a tomar ese vigor, que si lo tiene quien estuvo enfermo, que los sanos de Michoacán no puedamos aumentarlo, dejando atrás temores que ya no debemos albergar, más cuando no se tiene que ver con ninguna clase de interés por el poder o por el fácil dinero.
Que escasea el trabajo, que no estamos en “jauja”, es verdad, pero hay que recordar que no todos los tiempos son iguales, pues a nuestros abuelos les tocó vivir lamentables enfrentamientos armados; a nuestros padres, esos tiempos de hambre y de esconder a su parte femenina de que los bandoleros no se burlaran de ellas o cuando la cristereada o el control del caudillismo, que todas nuestras energías las debemos poner en torno a las condiciones de que podamos volver a la paz.
Nosotros mismos somos testigos que quienes se dedican a lo suyo y a vivir con modestia, nunca regresan a la casa diciendo que a chuchita la bolsearon o que ya no quieren volver a sus acciones de trabajo, sino que echarle montón a esta pretensión nos tienen que dar mejores y buenos resultados y es lo que debemos analizar.