El presidente municipal de la ciudad de Morelia, Alfonso Martínez Alcázar, quedó como independiente y no a través del PAN como todo mundo suponía. Durante años compitió por este puesto, sin embargo, después de rupturas y negociaciones dentro de su partido decidió separase y competir de una forma ciudadana independiente.
Las estrellas se le alinearon y todo mundo con tal de que no ganara el representante del PRI optó por la opción de esta figura ciudadana. Alfonso sin experiencia administrativa empezó una nueva etapa de la política en la ciudad, designo secretarios, nuevos Y con muchas ganas de trabajar pero sin nada de carrera en administración pública, esto ha complicado las cosas dentro del Ayuntamiento, ya que estas personas y el mismo Presidente no saben tomar decisiones, todo es déjame lo veo, déjame lo consulto, déjame ver y los problemas se acumulan. Esto hace que el municipio moreliano sea lento y muy pesado.
La inexperiencia no quedó ahí, el presidente municipal Y principalmente ciertos secretarios no saben cómo lidiar con la gente, la prepotencia los hace creer que siempre hacen bien las cosas, el ejemplo de ello son los enfrentamientos que ha tenido con todo mundo, no nomás los sindicatos, sino ciudadanos o grupos populares.
Alguna vez me tocó platicar con un líder muy poderoso de Morelia y el me comentó que se habían enfrentado con Alfonso Martínez innecesariamente, todo era tan sencillo como platicar y negociar, de dialogar. Así se había hecho toda la vida, pero el nuevo presidente creía que podía cambiarlo.
Otro ejemplo de ello, son los constantes enfrentamientos que ha tenido con los sindicatos del Ayuntamiento sin saber como jugar con ellos, intenta enfrentarlos o darles atolle con el dedo, pero con un grupo poderoso como es un sindicato no se juega, se negocia, pero la verdad es que al presidente municipal te falta mucha habilidad de negociación y por eso manda a ciertos secretarios ineptos que creen que son lo máximo a negociar y lo arruinan todo, de mí acuérdese le van a seguir tomando y cada vez más intensamente.
La falta de liderazgo en la capital ha hecho que ciertos sindicatos y movilizaciones hayan crecido y se hayan vuelto más poderosos, cosa que no le conviene al Ayuntamiento. Un buen líder decide en el momento, no alargar, ni complica las cosas y por supuesto no manda a secretarios estrella a que resuelvan las cosas, las resuelve el.