Así mero lo dicen luego del fracaso de Vallejo y Reyna al frente del Gobierno de Michoacán, situación que provocó la intervención del Gobierno Federal cuando se comprobó que el crimen organizado estaba inmiscuido en las acciones de la administración pública en todos los niveles, desde la Secretaría de Gobernación con la anuencia del Presidente de la República, se creó una figura llamada Comisionado para la Paz y el Desarrollo Integral de Michoacán, posición que fue ocupada por un hombre de confianza de Peña Nieto, Alfredo Castillo Cervantes, desde su llegada, Alfredo Castillo tomó decisiones que afectaron el desarrollo de la entidad, socavó movimientos sociales genuinos, desarrolló una red de complicidades que le permitió obtener el control de varias zonas económicas de la entidad; y con su poder ilimitado, deslumbró a varios políticos y empresarios que se rindieron a sus pies.
Uno de esos grupos fue el bloque empresarial encabezado por Francisco Medina, Fernando Rodríguez, Alonso Gómez y Diego Vilchis con uno de sus apéndices visibles una organización llamada Fucidim, pero Castillo tenía un problema, una barrera que le impedía convertirse en un Virrey plenipotenciario: Los grupos de autodefensa, un movimiento que crecía ante la ausencia de un gobierno que garantizara la seguridad los ciudadanos, mientras se apoderaba del Congreso Local para imponer a un encargado en el ejecutivo estatal que le permitiera seguir mandando a sus anchas, hizo la promesa de desarmar a los civiles que tuvieron que defender con pistolas y fusiles su vida, su familia y sus pertenencias, sin sustento legal y como una muestra más prepotencia, pero sobre todo ante la imposibilidad de desarmar a miles de ciudadanos en decenas de municipios de Michoacán, Alfredo Castillo y sus asesores decidieron crear una fuerza policiaca (ilegal) en la cual darían cabida a todos los ciudadanos armados llamadas Fuerza Ciudadana y Fuerza Rural.
Un invento, nada más que eso… pero fue un invento muy aplaudido, y claro que sus aliados se dedicaron a justificarlo y celebrarlo, se hicieron reuniones, hubo declaraciones y el recién impuesto al frente del gobierno, Salvador Jara brindó todo su respaldo a esta acción fuera de toda norma y la Constitución, documento que frente al Congreso (también colocado de rodillas) Jara juró en defender; cumplir y hacer cumplir… se les dieron armas y uniformes a cientos de hombres y mujeres, sin ningún control o examen previó; sin ninguna investigación tuvimos policías y muchos “comandantes”, tan confiables como el famoso “americano”, un asesino conocido por en toda la región de tierra caliente, que de la noche a la mañana se convirtió en “representante de la ley”, gracias a su complicidad con Castillo y su gente, y así hubo varios… 26 de julio el Secretario de Seguridad Pública del estado, Víctor Magaña reconoció que existen reportes de presuntos infiltrados del crimen organizado en la Fuerza Rural, por lo que dijo, se investigará.
¡Claro que había infiltrados! Sí la Fuerza Rural se inventó y conformó sin ningún control o supervisión; infiltrados que recibieron armamento y uniformes del gobierno federal, Roberto Ramírez Delgado, Gerente de la Fundación para el Desarrollo Integral de Michoacán, que en su momento fue uno de los principales respaldos de todas las ocurrencias de Alfredo Castillo, ahora considera un error la creación de la Fuerza Rural, mismo esquema que en su momento defendió, “la Fuerza Rural, ahora declara, derivó de una estrategia de contención delineada en un contexto específico para la institucionalización de los grupos de autodefensa, a los cuales presuntamente se lograron infiltrar actores delincuenciales, empero, actualmente la situación no es la misma, por lo que la acción de depurar urge”; la Fuerza Rural, creada de forma “oficial” el 10 de mayo de 2014 cuando Alfredo Castillo entregó uniformes y armamento a un grupo de civiles encabezados por el conocido Papa PRItufo, ya incomoda hasta el encargado del gobierno estatal.
El sábado 1 de agosto en Paracho, Salvador Jara, encargado del ejecutivo del estado abrió la posibilidad de concluir con el experimento de la creación de las policías llamadas Fuerza Rural y Fuerza Ciudadana, “En el momento que surgieron ayudaron porque las autodefensas no estaban controladas, me parece que fue la solución y en su momento cumplió con el objetivo, ahorita es momento de analizarlo y transitar hacía otro nivel”, declaró Jara, y nos damos cuenta que el experimento del Comisionado-Virrey fue un rotundo fracaso; que todos los que apoyaron sus imposiciones y abusos ahora se tienen que tragar sus palabras y que ahora, muchos delincuentes usan armas entregadas por el gobierno federal para cometer sus fechorías, el reconocimiento del fracaso de la Fuerza Rural solo es el comienzo de la caída de muchos que traicionaron a Michoacán y su gente.
