* Le costó trabajo asimilar su puesto; hoy es titular y hasta Capitán del equipo.
Al término del 2015, Carlos Salcido parecía desahuciado en sus intenciones de culminar su carrera en las Chivas de Guadalajara; estaba prácticamente negociado con Jaguares de Chiapas y Matías Almeyda le había abierto la puerta para terminar vistiendo otros colores.
Hoy con el paso del tiempo la fortuna le sonríe, pues no solo se ganó su lugar en el equipo, sino que ha conseguido la titularidad.
“Estoy tratando de hacer mi máximo esfuerzo, aportando mi granito de arena y quiero aprovechar. Me da gusto que el equipo ha hecho buenos partidos, se ha matado para conseguir triunfos y los ha conseguido; ahí vamos, no hemos logrado nada ni tenemos nada seguro, pero siempre es mejor trabajar la semana cuando sacas tres puntos”, dijo Salcido, quien ha tenido continuidad en los últimos partidos y hasta el gafete de capitán ha portado, ante la ausencia de Omar Bravo.
Incluso entendió su posición en el equipo, y en su momento asumió que no por ser de los más experimentados en el equipo tendría su puesto garantizado.
“Me sentía raro, diferente, porque estaba acostumbrado a estar participando, pero lo entendí. En Chivas no es Carlos Salcido, ni Bravo, ni Castro; es Chivas, un equipo. Empezamos con un tema de descenso, con metas y obligaciones, tenemos que ser un equipo para tratar de sacar esto”, sostuvo.
En su experiencia de vida de los últimos meses, ha aprendido a escuchar críticas en el entorno inmediato, hasta de comentarios de amigos de sus hijos.
“Hubo un comentario que me dolió, un comentario que mi hija me dijo llegando de la escuela: ‘papá están hablando muy feo de ti’, imagínate, tiene nueve años. Siempre he dicho que leo las críticas, los halagos no, los insultos jamás. Cuando ves eso es que estás trascendiendo, me dolió bastante, pero gracias a Dios hemos tratado de llevar la fiesta en paz”, concluyó.