De por si ya se venía notando que de media a dos horas tardaba una ambulancia en auxiliar a necesitados, pero ya ayer por los pretextos de plano de no haber para gasolina, muere el primero.
Pese a que hay dos instituciones de esta clase de auxilio que recogen lesionados, enfermos o necesitados de que los canalicen a algún centro de salud y lo están pidiendo no solamente los “mirones”, sino las mismas autoridades de vías públicas, vienen a aparecer después de mucho tiempo, a unos que ya han perdido mucha sangre y el primero, como el de ayer al medio día en la calle Artículo 123 de la Col. Obrera, donde por falta de esta atención y de paramédicos, murió el senecto de nombre Pablo Cegueda Chávez, por el que hubo muchas protestas aduciendo que se hubiera hablado a la policía o hasta el mismo gobernador, aunque las contestaciones fueron duras, en función de que ya Jara no gobierna y de que al cambio de gobierno el pendiente de todo servidor público es por saber o trabajar mejor por el que se dice será o casi está haciendo ya su nuevo equipo de trabajo.
El caso es que está pasando esta clase de casos en individuos, pues qué tal si se tratara de contingencias naturales o artificiales y mueran nomás porque no hubo quien ordenara o por falta de gasolina –así lo consideran ya-, igual que como se dice en el medio judicial.
